Sin dudas, para un seguidor de Jesucristo, el mayor anhelo es escuchar de sus labios
"Buen siervo y fiel".
"Buen siervo y fiel".
Para ser un buen ministro de Jesucristo, no es necesario tener una personalidad deslumbrante, una óptima elocuencia o una buena apariencia. El apóstol Pablo le dice claramente a Timoteo que la condición para ser un buen ministro es enseñar con dedicación y exactitud la Palabra de Dios, la Biblia.
A través de los aportes de varios hermanos espero que cada uno de nosotros pueda profundizar en el estudio de la Palabra y sobre todo en el conocimiento de Dios, para poder luego enseñar a otros.
Será una alegría leer tu comentario con preguntas, sugerencias, o simplemente compartiendo cómo algún artículo fue de bendición para tu vida!!!
Bendiciones!