miércoles, 7 de agosto de 2019

Éxodo 5


Capítulo 5: Confrontación, crueldad y acusación

1. La primera confrontación con Faraón fue con el mensaje original dado por Dios. El pueblo celebraría un festival perpetuo de adoración a Dios. Faraón no es el mismo de cuando Moisés salió de Egipto. El abuelo adoptivo de Moisés había muerto (ver 4:19). Esto no mejora la situación. La mentalidad de Satanás dirigió las dinastías de todas las edades como hasta hoy. Como se profetizó, Faraón no dejaría que el pueblo se fuera fácilmente. Moisés entendió que no solo Faraón dejar salir al pueblo, sino que le pueblo debería obedecer a Dios, sino Dios vendría con espada o plagas. Faraón vio a Moisés y Aarón como huelguistas que interrumpen el trabajo de las empresas. La empresa de Faraón era grande. Se estaban construyendo dos ciudades con mano de obra hebrea, por lo que debería continuar. "Los pueblos de la tierra son muchos", fueron las palabras de Faraón. Esto significa que la gente ya se unió a la huelga y que muchos hebreos quedaron ociosos solo por oír que serían liberados de Egipto y de su trabajo forzado (v.1-5).

2. Faraón trató de contener la huelga de los trabajadores hebreos manteniéndolos más ocupados que nunca. Tenían que proporcionar la materia prima para la producción de los ladrillos. Mirando el lado positivo de la vida, es un buen método para combatir la ociosidad. Las personas que no producen tampoco desarrollan carácter. Sin embargo, el caso aquí fue otro. Dios quería dar un descanso del trabajo a las personas que sufren y llevarlas al desierto, lejos del ruido y la servidumbre del mundo, para conocer a Dios íntimamente. La vida ociosa se cura con trabajo, pero la vida agitada de las preocupaciones profesionales también debe ser curada por períodos de recreo y vida familiar, siempre con momentos devocionales para conocer mejor a nuestro Dios. Volviendo a la gente en Egipto, los capataces abusaron de los hebreos física y emocionalmente, causándoles una presión insoportable (v.6-14).

3. Entre los hebreos había capataces que querían aliviar el sufrimiento de los hermanos. Faraón no quería ser razonable y agravó los sufrimientos del pueblo. Los supervisores hebreos hicieron lo que pudieron, pero no tuvieron éxito, por lo que, bajo presión, expresaron su frustración contra Moisés y Aarón. Moisés comenzó a ser cuestionado  entre sus compatriotas, porque cuanto más presionaba a Faraón, Faraón  más oprimía al pueblo. Moisés clamó al Señor por encontrarse en una situación tan delicada (v. 15-23).

"A Moisés le parecía incomprensible que Dios, quien lo envió a ser el libertador de Israel, lo llevara para ser la causa de  un mayor sufrimiento".[1]

No hay comentarios:

Publicar un comentario