Capítulo
43: La reunión de todos los hijos de Jacob en Egipto
“La
obra de Dios en los corazones de los hermanos de José recién estaba comenzando.
José era instrumento de Dios y él lo sabía. Los hermanos no se acusaban a sí
mismos, pero admitieron que todo era una justa retribución por su pecado. Sin
embargo, ellos no estaban quebrantados por su pecado y, de hecho, no lo
vencieron. Todavía no se habían convertido en hombres regenerados. Comenzaron
los últimos pasos en el proceso de su restauración, los cuales continúan en los siguientes
capítulos ".[1]
1. El argumento de Rubén no fue
suficiente para que Jacob les permitiera llevar a Benjamín a Egipto. Sin
embargo, Judá logró persuadir a su padre. El hambre y el futuro de la familia
fueron los factores determinantes para Jacob cediera. Jacob no quería mentir,
pero estaba disgustado porque habían revelado la existencia de Benjamín. Dios
estaba planeando reunir a toda la familia. José, usado por Dios, forzó a los
hermanos mediante realizar una investigación fingida porque ,en realidad ,él sabía
de la existencia de Benjamín. El argumento de Judá no era diferente de Rubén,
pero por alguna razón resistió a Rubén, pero se cedió a Judá. Jacob envió, con
sus hijos ,presentes a José para agradarlo. Fue el último recurso de Jacob para
perpetuar la familia (v. 1-14).
2. José estaba esperando ansiosamente a
sus hermanos y mandó traer un banquete para disfrutar de esa comida con todos
los hermanos reunidos. Los hermanos estaban a gusto, pero tensos, pensando lo
peor, debido al dinero volvió en sus bolsas. Pidieron la intermediación de un
siervo de José. El mayordomo conocía todo el asunto del dinero y reconoció que
Dios estaba con los hermanos de José. Una situación tan privilegiada no debería
ser muy común. Cuando José se acercó a los hermanos, se cumplió la profecía del
sueño de José. Los hermanos se inclinaron ante él ofreciéndoles presentes. El
Señor Jesús también recibió regalos de los hombres de Oriente. Un día todos se
arrodillarán ante los Reyes de reyes. José no era de corazón duro, como se ve
claramente en sus lágrimas al ver a Benjamín. Durante la comida, la separación
entre los egipcios y los hebreos quedó muy clara. Ciertamente, los hebreos
tampoco se juntarían con los egipcios en una situación normal. Todo era
cuestión de supervivencia, y, por supuesto, detrás de esa cortina estaba el
maravilloso plan de Dios para llevar al pueblo de Israel al triunfo y consolidar una nación escogida por Dios.
Parece que fue idea de José ubicar a los hermanos por orden de nacimiento. Sus
hermanos quedaron impresionados con la organización. José no ocultó su
preferencia por Benjamín, quien fue el más honrado de esa comida (v. 15-34).
El
hambriento y el soberano (Gen. 43)
1.
Hambre y entrega (v.1-10)
¿Qué entregas para satisfacer tu hambre
de Dios? Tiempo, prioridad, etc.
2.
Regalos pacificadores(v.11-14)
¿Estás actuando como si tuvieras que
apaciguar a Dios? Diezmo, trabajo, etc.
3.
Miedo y gracia (v.15-25)
¿Estás actuando por miedo sin entender
que la gracia es un favor inmerecido? ¿Por qué es difícil aceptar la gracia?
Orgullo, deseo de recibir gloria por su trabajo, etc.
4.Reunión
familiar (v.26-34)
¿Te encanta estar con el pueblo de Dios? ¿Cuál
es la razón por la cual los creyentes no están en la iglesia a menudo? Citas,
frialdad, placeres
[1] Exposition
of Genesis, pg. 518 – H.C. Leupold (The Wartburg Press - Grand Rapids – MI –
EUA – 1942)
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