martes, 20 de agosto de 2019

Levítico 6


Capítulo 6: Sacrificio por pecados deliberados (premeditado, voluntario)

El pecado voluntario es diferente del pecado por ignorancia y del pecado oculto. El pecado voluntario agrede de forma violenta una ley conocida. El pecado voluntario esconde una intención maligna. En este tipo de pecado, tendría que  haber restitución de valores robados, por ejemplo. Moisés recibió instrucciones de Dios sobre los holocaustos que debían quemarse hasta convertirse en cenizas. El fuego nunca debía ser apagado. Las ofrendas solo podían ser comidas por los descendientes de Aarón. Dios también instruyó a Moisés sobre la consagración de los sacerdotes. Los sacrificios de la ofrenda por el pecado hicieron que todo lo que los tocaba fuera santo. Si la vestimenta del sacerdote fuera salpicada con la sangre de este tipo de sacrificio, se debía lavar las prendas en un lugar sagrado. Las ollas de barro se rompían y si eran de bronce se lavaban. "Hay poder en la sangre de Jesús", dice el antiguo himno. El Señor nos ha tocado y nos hemos convertido en santos. Estos sacrificios mostraron el perdón que vendría en Cristo Jesús. No importa cuánto nuestro pecado haya manchado nuestras vidas, Jesús nos limpia por su sangre derramada en la cruz (v.1-30).

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