Capítulo
27: Las cinco mujeres. La sucesión de Moisés a Josué
1. Las cinco mujeres solitarias quedarían
desamparadas si no fuera por la bondad del Señor a través del entendimiento y
el sentido común de Moisés. Estaban en una situación difícil. Su padre había
muerto sin dejar un hijo varón. Hicieron hincapié en que él no era parte del
bando rebelde en el desierto, sino que murió como todos los humanos mueren
porque nacieron en un mundo afectado por el pecado. Necesitaban un futuro
confortable, y para eso necesitaban la benevolencia de sus tíos. Esto muestra
la falta de derechos de propiedad que
tenían las mujeres. Sin embargo, eso acababa de cambiar con los términos de la
Ley de Dios para esas mujeres (v.1-11).
“El caso de esta familia fue único y, sin duda,
fue dirigido por Dios. Pero dio ocasión de manifestar la fe y la piedad de esas
cinco hermanas; porque es muy evidente que creían en las promesas de Dios de
que Canaán se dividiría a Israel y tenían la gracia de desear una herencia
entre el pueblo de Dios. Mientras el lector observa la conducta de las hijas de
Zelofehad, también llamo la atención sobre otra instrucción que surge de esta
circunstancia. Moisés tuvo que numerar al pueblo ... y Dios prometió que los
que estaban contados debían poseer Canaán (Núm. 26:53). Pero las hijas de
Zelofehad no estaban contadas y, en consecuencia, no tenían derecho a la
promesa. Entonces vemos, sin embargo, que la voluntad del Señor era concederles
el derecho; aunque no figuran en la lista, ellas tenían pretensiones en esta
tierra" .[1]
La
visión del futuro(Núm. 27)
1. Una visión del futuro se basa en la
historia para detectar problemas (v.1-3)
2. Una visión del futuro reivindica días
mejores para la familia y la sociedad (v.4)
3. Una visión del futuro debe basarse en
la dirección del Señor (v.5-6).
4. Una visión del futuro debe basarse en
lo que es justo (v.7)
5. Una visión del futuro debe beneficiar
a otros, además de uno mismo (v.8-11)
2. Moisés vislumbró la tierra a la
distancia, pero no entró por causa de su rebeldía contra el Señor, junto con
Aarón, golpeando la roca cuando solo debía hablar. Moisés no discutió con Dios,
pero estaba preocupado por su sucesor. Un líder siempre se preocupa de que su
trabajo continúe a través de otro siervo fiel. Por supuesto, Dios está mucho
más atento a la obra que el siervo más fiel de esta tierra. El Señor ya había
providenciado a Josué. Moisés entregaría su autoridad a Josué. Pablo le ordenó
a Timoteo que también enseñara a otros hombres fieles. Necesitamos pensar en
sucesores fieles para continuar la obra del Señor. Eleazar haría todo el ritual
para darle el cargo a Josué (v.12-23).
La
gracia de Dios obrando en medio de la rebelión (Núm. 27)
1. La gracia de Dios permite victoria
parcial en la tierra (v.12)
2. La gracia de Dios permite la bendición
eterna (v.13)
3. La gracia de Dios permite a un rebelde
el perdón eterno (v.14)
4. La gracia de Dios permite al hombre
escuchar la voz de Dios (v.15)
5. La gracia de Dios permite que otros
nos reemplacen (v.16)
6. La gracia de Dios permite que la obra
avance sin nuestra presencia (v.17)
7. La gracia de Dios nos permite preparar
a otros para la obra de Dios (v.18)
8. La gracia de Dios también nos permite
tener un remanente de autoridad (v.19-20)
9. La gracia de Dios nos permite
regocijarnos con la bendición de los sucesores (v.21)
10. La gracia de Dios nos permite obedecerle
una vez más después de la rebelión (v.22-23)
[1] Poor
Man's Commentary - Robert Hawker - Published
in 1805; public domain (domínio público) (extraído de e-sword version 10.3.0 -
2014)
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