martes, 24 de septiembre de 2019

Números 27


Capítulo 27: Las cinco mujeres. La sucesión de Moisés a Josué

1. Las cinco mujeres solitarias quedarían desamparadas si no fuera por la bondad del Señor a través del entendimiento y el sentido común de Moisés. Estaban en una situación difícil. Su padre había muerto sin dejar un hijo varón. Hicieron hincapié en que él no era parte del bando rebelde en el desierto, sino que murió como todos los humanos mueren porque nacieron en un mundo afectado por el pecado. Necesitaban un futuro confortable, y para eso necesitaban la benevolencia de sus tíos. Esto muestra la falta de derechos de propiedad  que tenían las mujeres. Sin embargo, eso acababa de cambiar con los términos de la Ley de Dios para esas mujeres (v.1-11).


“El caso de esta familia fue único y, sin duda, fue dirigido por Dios. Pero dio ocasión de manifestar la fe y la piedad de esas cinco hermanas; porque es muy evidente que creían en las promesas de Dios de que Canaán se dividiría a Israel y tenían la gracia de desear una herencia entre el pueblo de Dios. Mientras el lector observa la conducta de las hijas de Zelofehad, también llamo la atención sobre otra instrucción que surge de esta circunstancia. Moisés tuvo que numerar al pueblo ... y Dios prometió que los que estaban contados debían poseer Canaán (Núm. 26:53). Pero las hijas de Zelofehad no estaban contadas y, en consecuencia, no tenían derecho a la promesa. Entonces vemos, sin embargo, que la voluntad del Señor era concederles el derecho; aunque no figuran en la lista, ellas tenían pretensiones en esta tierra" .[1]

La visión del futuro(Núm. 27)

1. Una visión del futuro se basa en la historia para detectar problemas (v.1-3)
2. Una visión del futuro reivindica días mejores para la familia y la sociedad (v.4)
3. Una visión del futuro debe basarse en la dirección del Señor (v.5-6).
4. Una visión del futuro debe basarse en lo que es justo (v.7)
5. Una visión del futuro debe beneficiar a otros, además de uno mismo (v.8-11)

2. Moisés vislumbró la tierra a la distancia, pero no entró por causa de su rebeldía contra el Señor, junto con Aarón, golpeando la roca cuando solo debía hablar. Moisés no discutió con Dios, pero estaba preocupado por su sucesor. Un líder siempre se preocupa de que su trabajo continúe a través de otro siervo fiel. Por supuesto, Dios está mucho más atento a la obra que el siervo más fiel de esta tierra. El Señor ya había providenciado a Josué. Moisés entregaría su autoridad a Josué. Pablo le ordenó a Timoteo que también enseñara a otros hombres fieles. Necesitamos pensar en sucesores fieles para continuar la obra del Señor. Eleazar haría todo el ritual para darle el cargo a Josué (v.12-23).

La gracia de Dios obrando en medio de la rebelión (Núm. 27)

1. La gracia de Dios permite victoria parcial en la tierra (v.12)
2. La gracia de Dios permite la bendición eterna (v.13)
3. La gracia de Dios permite a un rebelde el perdón eterno (v.14)
4. La gracia de Dios permite al hombre escuchar la voz de Dios (v.15)
5. La gracia de Dios permite que otros nos reemplacen (v.16)
6. La gracia de Dios permite que la obra avance sin nuestra presencia (v.17)
7. La gracia de Dios nos permite preparar a otros para la obra de Dios (v.18)
8. La gracia de Dios también nos permite tener un remanente de autoridad (v.19-20)
9. La gracia de Dios nos permite regocijarnos con la bendición de los sucesores (v.21)
10. La gracia de Dios nos permite obedecerle una vez más después de la rebelión (v.22-23)



[1] Poor Man's Commentary - Robert Hawker - Published in 1805; public domain (domínio público) (extraído de e-sword version 10.3.0 - 2014)

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