Capítulo 13: Los dos profetas
1. El miedo de Jeroboam a la posible pérdida de popularidad lo llevó a construir un altar idólatra para mantener una unidad basada en la falsedad. El Señor envió un profeta para reprender a Jeroboam. La profecía de la venida de Josías se cumplió por completo más adelante. Jeroboam mandó prender al profeta, pero su brazo quedó paralizado. Jeroboam, asustado, pidió misericordia, que el Señor le concedió. Jeroboam quería complacer al profeta por gratitud o tal vez manipulación, pero el profeta obediente no aceptó la hospitalidad del rey (v.1-10).
Aprendizaje de última hora (1 Re 13.1-10)
1.En el momento del pecado (v.1)
2. Con palabras duras (v.2)
3. Con perjuicio propia (v.3)
4. Bajo resistencia (v.4)
5. Con efectos inmediatos (v.5)
6. Con una llamada de socorro (v.6)
7. Con gratitud (o manipulación) (v.7)
8. Con obediencia incondicional (v.8-10)
2. El profeta había sido obediente hasta ahora, pero no sabía qué le esperaba con respecto a la tentación del enemigo que usa incluso a los siervos de Dios, los cuales no están en perfecta armonía con los planes de Dios. Fue el triste caso del hombre de Dios siendo convencido por un viejo profeta. El hombre de Dios explicó que no podía aceptar la amable hospitalidad del viejo profeta, porque tenía que obedecer a Dios. El viejo profeta argumentó con algo espiritual, es decir, que un ángel le había dicho que el hombre de Dios debía ser recibido en su hogar. Esto plantea una cuestión moral muy intensa. ¿Debería el hombre de Dios ser castigado por desobediencia si un ángel le habla al viejo profeta? El apóstol Pablo nos advierte en Gálatas que no debemos escuchar otro evangelio, incluso si un ángel viene del cielo para enseñarnos. Siempre debemos mantener la primer orden, ya que lo recibimos a la luz. Cuando llegue la oscuridad o en caso de duda, estaremos totalmente protegidos por lo que hemos recibido en la luz. Sabemos por el texto mismo que el viejo profeta estaba mintiendo. El creyente es responsable incluso cuando es engañado, porque debe guardar lo que ha aprendido de la Palabra de Dios. Después de que el león mató al hombre de Dios, el viejo profeta compasivo le dio una tumba y también quiso ser enterrado con el hombre de Dios cuando murió. Dios permitió que el viejo profeta aún confirmara la profecía del hombre de Dios (v.11-34).
“‘ Un ángel me habló ’: tal vez era cierto y tal vez fue un ángel engañoso. Satanás y sus mensajeros pueden aparecer como un ángel de luz (2 Cor 11: 14-15) ".[1]
Las trampas para atrapar al hombre de Dios (1 Re 13.11-34)
1. Siempre hay gente mirando al hombre de Dios (v.11)
2. Siempre hay personas que cuidan al hombre de Dios (v.12-15)
3. Siempre está el Espíritu Santo recordando al hombre de Dios sus responsabilidades (v.16-17)
4. Siempre está el Enemigo usando a las personas para engañar al hombre de Dios (v.18)
5. Siempre hay un banquete esperando al hombre de Dios para comprarlo (v.19)
6. Siempre hay una consecuencia cuando el hombre de Dios desobedece (v.20-24)
7. Siempre hay personas que lloran inútilmente por el hombre de Dios (v.25-30)
8. Siempre hay resultados de la obra del hombre de Dios en su momento de obediencia (v.31-34)
[1] David Guzik's Enduring Word Commentary – 1 Reis 13.15 – Copyright 2014 (extraído de e-sword version 11.0.6 - 2016)
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