jueves, 12 de marzo de 2020

1 Reyes 18

Capítulo 18: Elías y los profetas de Baal

1. Tal vez fuese más fácil para Elías  anunciar a Acab que ahora llovería, porque eran buenas noticias. Sin embargo, antes de que Elías le diese la noticia al rey Acab, este envió al mayordomo Abdías a recorrer las fuentes en busca de hierba para los animales. En el camino, Abdías se encontró con Elías. El profeta Elías puso a Abdías en una situación difícil, avisar a Acab que estaba  por allí. ¿Qué diría Acab cuando recibiera tales noticias de Abdías, pero Elías no venir acompañando a Abdías? Todo lo que Acab quería era matar a Elías. De hecho, Abdías vivía peligrosamente, porque había estado alimentando a 100 profetas con el pan del palacio, sin que nadie lo supiera. Elías le prometió a Abdías que no iría a ningún lado, sino que se presentaría a Acab. Sucedió como dijo Elías. Él estaba esperando al Rey Acab que llegó provocando a Elías. Se libró una batalla entre Elías y los profetas de Baal, o más bien, entre el Dios verdadero y los dioses falsos (v.1-19).

"[18.3] Aunque él no siguió el ejemplo de los levitas y la mayoría de los israelitas piadosos, en tiempo de la emigración a Judá (2Ch 11:13-16), era adorador secreto y sincero. Probablemente consideró el carácter violento del gobierno, y su poder de hacer algún bien al perseguido pueblo de Dios como suficiente excusa para no ir a adorar en Jerusalén.".[1]



Lecciones de un mayordomo y un profeta (1 Reyes 18.1-19)
1. Salir de la comodidad (v.1-2)
2. Temer al Señor (v.3)
3. Proteger a los siervos de Dios (v.4)
4. Trabajar para el mundo, pero no asociarse con la mundanalidad (v.5-6)
5. Reconocer el valor de los siervos de Dios (v.7)
6. Reconocer tu propia debilidad y miedo (v.8-14)
7. Mantener la palabra (v.15-16)
8. Confrontar cuando sea necesario (v.17-19)


2. Acab aceptó el desafío y reunió a los adoradores de Baal y a todo el pueblo. Elías aprovechó la oportunidad para instar al pueblo a no permanecer entre los falsos dioses y el verdadero Dios de Israel. Elías se consideraba a sí mismo el único profeta restante, aunque luego escucharía de Dios que no era así. El desafío era simple, el dios que lograse quemar el sacrificio era el Dios verdadero. Evidentemente, Baal no respondió y Elías se burló. Cuando llegó el turno de Elías, testificó ante las doce tribus sobre su compromiso con Dios. Empapó el lugar del altar y la respuesta de Dios vino quemando todo el sacrificio y más. La gente se arrepintió, nuevamente reconociendo al Dios de Israel. Los profetas de Baal fueron ejecutados. Elías le dijo a Acab que vendría la lluvia. Elías también ayudó a su siervo que no tenía fe en la obra de Dios (v.20-46).

Las uniones (1 Rs 18.20-46)
1. Juntos para dar testimonio (v.20)
2. Juntos para decidir (v.21-22)
3. Juntos para desafiar (v.23-24)
4. Juntos para avergonzarse (v.25-29)
5. Juntos para confiar (v.30-37)
6. Juntos para alabar (v.38-40)
7. Juntos para confirmar (v.41-46)


[1] Jamieson, Fausset and Brown Commentary - A Commentary, Critical and Explanatory, on the Old and New Testaments – 1 Rs 18.3 - Rev. Robert Jamieson, D.D., Saint Paul's, Glasgow; Rev. A. R. Fausset, A.M., Saint Cuthbert's, York; Rev. David Brown, D.D., Professor of Theology, Aberdeen. Published in 1871; public domain. (extraído de e-sword version 11.0.6 - 2016)

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