Capítulo 16: Acaz, el desesperado rey idólatra
Acaz extrapola la maldad en Judá quemando a su propio hijo como sacrificio y practicando todo tipo de idolatría. En 2 Cr 28, dice que no solo sacrificó a un hijo, sino a "hijos". Dios usó al profeta Obed para reprender a Acaz. El reino del norte causó mucha destrucción en Judá en ese momento. Acaz ofreció las riquezas de la Casa del Señor al rey de Asiria, pero como leemos en 2 Crónicas 28, eso no ayudó. El rey Acaz estaba totalmente comprometido con la idolatría (v.1-20).
“[Acaz] no tenía interés ni afecto por la adoración instituida y la adoración a Dios por la cual David era celebrado. No amaba el templo, no tenía una buena conciencia de su tarea para Dios, ni tenía consideración alguna por su ley ".[1]
Los resultados de la idolatría (2 Re 16)
1. Para los hijos, muerte (v.1-4)
2. Para una nación, despojo total (v.5-9)
3. Para la vida espiritual, degradación (v.10-20)
[1] Matthew Henry's Concise Commentary on the Whole Bible, 2 Rs 16 (Published in 1706 extraído de e-sword version 10.3.0 - 2014)
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