Capítulo 18: Josafat hace alianza con Acab debido al parentesco
1. ¿La reunión de Josafat con Acab trajo a colación un problema político, es decir, Siria tiene autoridad para quedarse con una ciudad en Judá? Acab estaba dispuesto a recuperar la ciudad junto con Josafat. Los dos reyes estaban emparentados. Josafat y Acab llegaron a un acuerdo para tomar la ciudad nuevamente. Tuvieron la feliz idea de consultar a Dios antes de cualquier ataque. Los profetas consultados fueron favorables al ataque. Josafat quería la garantía de otro profeta más. Esto indica algo muy significativo. Acab siempre estuvo lejos del Señor, por lo que el Rey Josafat realmente tenía buenas razones para dudar de los profetas que lo rodeaban. El siguiente texto mostrará que los profetas estaban mintiendo. Acab no confiaba en Micaías, pero Josafat pensó que tenían que escucharlo. Mientras Micaías no llegaba, el profeta Sedequías profetizó la victoria de Acab y Josafat contra los sirios. Sabemos que los espíritus malignos, enviados por Dios, es decir, con el permiso de Dios, mintieron a los profetas y los engañaron. Esto fue porque Acab estaba lejos de Dios. El Señor nunca enviará espíritus malignos para engañar al fiel siervo de Dios (v.1-11).
“Acab odiaba al mensajero por el mensaje. Su verdadero conflicto fue con Dios, pero dirigió su odio contra el profeta Micaías. Sin embargo estuvo dispuesto a escuchar al rey de Judá cuando este aconsejó que Acab debía escuchar al profeta Micaías ".[1]
Uniones comprometedoras (2 Cr 18.1-11)
1. Unidos por parentesco y riqueza (v.1)
2. Unidos por el bien común (v.2-3, recuperación de una ciudad)
3. Unidos por los mismos profetas (v.4-11)
2. Micaías profetizó la victoria, al igual que los profetas mentirosos, pero Micaías no fue un falso profeta. Acab estaba asombrado y dudaba de Micaías. El hecho es que el pueblo de Israel ganaría, pero Acab sería asesinado, por eso, esta aparente contradicción. Micaías fue arrestado, Sedequías estaba enojado con Micaías, porque él se consideraba mejor que Micaías, porque era apoyado por el rey, mientras que Micaías era despreciado. No debemos seguir a la mayoría, sino solo seguir la dirección de Dios (v.12-27).
3. Debido a la profecía de Micaías de que Acab no regresaría, el rey Acab trató de disfrazarse para que nadie supiera que él era el rey de Israel. El rey de Siria solo quería matar a Acab. Ni siquiera mataron al rey Josafat. Dios protegió a Josafat. Acab se convirtió en un blanco, pero por casualidad, es decir, un soldado disparó una flecha al azar, a cualquier lugar. Cuando cayó, la flecha golpeó a Acab. El hombre puede esconderse de Dios, pero Dios lo encontrará. La flecha dio en un lugar tan improbable, que el mejor tirador no podría acertar, un hueco en la armadura. Los perros lamieron la sangre de Acab de acuerdo a la profecía. El hijo de Acab, Ocozías, reinó en su lugar (v.28-34).
Batalla y disciplina (2 Cr 18.12-27)
1. Triunfo en conjunto (v.12-14)
2. Disciplina particular (v.15-17)
3. Profetas mentirosos que proclaman la paz (v.18-22)
4. Rechazo de la disciplina de Dios (v.23-27)
5. Batalla disciplinaria y juicio (v.28-34)
[1] David Guzik's Enduring Word Commentary – 2 Cr 18.7-8 - Copyright © 2014 by David Guzik and Enduring Word Media (extraído de e-sword version 11.0.6 - 2016)
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