Nehemías 5

Capítulo 5: Problemas entre el propio pueblo. La opresión de los ricos sobre los pobres.

1. En la obra de Dios hay también problemas internos. Aquí, las mujeres de los más pobres se quejaban de las injusticias que los más ricos estaban cometiendo contra ellas y sus hijos. Hubo un reclamo similar en Hechos 6:1. El pueblo de Israel siempre se ha multiplicado mucho y esta es una bendición que Dios le prometió a Abraham en Génesis 12:1-3. Pero con la multiplicación de personas viene la necesidad básica de alimentación. El pueblo trabajó duro. Todos merecían, pero ya no vivían el uno para el otro, sino cada uno para sí mismo y, como siempre, los más débiles terminan sufriendo injusticias (v.1-2).

2. Los propietarios de más trigo cobraban mucho para distribuir entre la gente y aquellos que no tenían suficiente dinero en ese momento tenían que hipotecar hasta su propia casa para tener algo de comer. La usura es un pecado mencionado por Dios muchas veces y no  distribuir alimentos  también (ver sobre usura en Éxodo 22:25, Lev 25:37, Sal 15:5, Prov 28:8 y sobre la distribución de alimentos en Prov 11:26). La gente común tuvo que pagar tributo al rey. No podían escapar de esto, pero la vida se volvió más difícil, ya que tuvieron que pedir prestado dinero para pagar. No había una política interna para aliviar esta carga para el pueblo. Sabemos que algunas clases sociales no pagaron el impuesto, de acuerdo con Esdras 7:24 (v.3-4).

3. La explotación de los ricos sobre los pobres se había vuelto subhumana. Al no tener dinero para pagar la comida ni más tierras y propiedades para ser confiscadas, las hijas fueron tomadas como esclavas. El siervo de Dios, Nehemías, sabía muy bien lo difícil que había sido llegar allí y ahora veía que todo se perdía con esta actitud egoísta. Estaba muy molesto. Debemos llorar como Nehemías y Lot como consecuencia de las injusticias, y si podemos hacer algo, debemos luchar. Nehemías podría ser enérgico, pero no era imprudente. Consideró bien el asunto, pensó en alternativas y habló con los poderosos entre el pueblo. Los llamó a una reunión. Cuando las cosas no van bien entre un equipo, lo mejor que se puede hacer es consultar con Dios, considerar los problemas y reunir a las personas involucradas (v.5-7).

“Aunque en las leyes de Moisés, cada provisión era hecha para la felicidad de Israel, en las muchas situaciones de los pobres y los ricos; Aún así, hubo, como lo hay hoy, y por la misma razón: la ruina del estado de nuestra naturaleza por la caída, muchos cuyos corazones no sienten compasión por los pobres, sino que aman las ganancias y, en provocación directa de la ley de Dios, no se preocupan, sino que dan la espalda a los hermanos ".[1]

4. No hay ningún registro de que el pueblo del cautiverio babilónico-persa fuera rescatada por dinero, pero Nehemías debe estar mencionando algunos judíos cautivos por otros grupos. No es inteligente rescatar personas y luego explotarlas y usarlas como esclavas. El pueblo ya había pasado mucha vergüenza entre los gentiles y no sería bueno que sean blasfemado nuevamente por causa de esta actitud. Los nobles y magistrados no tuvieron palabras para responder, porque Nehemías tenía razón. Nehemías no era el tipo de hombre que hacía el bien y luego lo echaba en cara de las personas, pero aquí vio que era necesario recordarles algo importante. Si lograron establecerse en la tierra, fue en parte debido a que Nehemías prestó dinero y trigo para comenzar su integración en la tierra. Jesús habló de esto cuando contó la parábola del siervo deudor que fue perdonado, pero no supo perdonar (v.8-10).

5. Nehemías convirtió la economía injusta en restitución. La centésima parte era probablemente el interés que le estaban cobrando a la gente. Si esto se aplicara hoy, habría muchos propietarios de tierras que deberían devolver a sus primeros habitantes  la tierra y llegar a acuerdos con los nativos. El gobierno debería pagar los préstamos obligatorios y quizás los impuestos abusivos recaudados durante muchos años. Hubo una ruptura que tuvo como resultado la práctica de la justicia. Además de devolver, decidieron no cobrar intereses. Un caso muy similar fue el de Zaqueo, el recaudador de impuestos. La diferencia es que Zaqueo lo hizo voluntariamente y estos tuvieron que ser advertidos por Nehemías, pero lo que importa es que ambos escucharon la voz de Dios (v.11-12).

6. Sacudirse la túnica era un símbolo de consentimiento. Jesús mandó sacudirse el polvo de las sandalias cuando llegasen a una casa y no quisiesen escuchar la palabra de salvación. Aquí, todo el pueblo estuvo de acuerdo con las palabras de Nehemías. Todos pecan, pero lo más importante es tener un corazón enseñable. El rey de Persia nombró a Nehemías como gobernador de Judá. El amor y la determinación de Nehemías, y todo esto con la buena mano de Dios, fueron suficientes para que Artajerjes confiara en el plan de Nehemías. La gente necesita ver que, de hecho, creemos en los planes de Dios para la Iglesia y su obra. Nehemías no abusó de la bondad del rey ni usó de los beneficios otorgados al gobernador. La fidelidad y la honestidad fueron marcas que nunca se borraron en el ministerio de Nehemías. Podría exigir justicia a los ricos, porque él dio ejemplo (v.13-14).

7. La situación había llegado a este punto de explotación porque los gobernadores anteriores oprimieron al pueblo y todos pensaron que era normal. En gobiernos sucesivos e injustos, la gente sufre, pero no les importa, ya que terminan pensando que es normal. Las injusticias se vuelven comunes cuando no aprendemos a denunciarlas. Incluso los jóvenes habían aprendido a oprimir a los pobres. Cada ciclo de plata equivalía a unos 64 centavos de dinero actual. Cuarenta y cinco ciclos son $ 28. Cuando Nehemías fue nombrado gobernador, los primeros cambios fueron no tomar vino y trigo del pueblo ni recaudar impuestos. La razón de esto es porque temía a Dios. Los que temen al Señor dejarán atrás la injusticia, porque saben que tendrán que rendir cuentas a Él. Nehemías no compró tierras a los pobres. Llegó allí con dinero, pero no estaba haciendo una inversión fácil, sino que estaba allí para ayudar a la gente en la restauración de los muros y de su honor. El siervo de Dios no debe explotar a los demás, sino ayudarlos a crecer en comunión con Dios (v.15-16).

8. Además de no tornarse carga para nadie, Nehemías hospedó a 150 hombres de forma gratuita. La generosidad es una bendición y solo la practican los piadosos o los interesados. Nehemías da una idea de los gastos que tuvo. Nehemías esperó plenamente en el Señor para su sustento y también para el avance de la obra. No esperaba el reconocimiento de los hombres, sino que esperaba el premio del Señor. Las injusticias solo serán reparadas cuando las personas temerosas de Dios denuncien y den un ejemplo de cómo actuar en la obra de Dios. No podemos ser carga para ​​ las personas, sino dar generosamente al Señor y a los demás (v.17-19).

Indignación por la explotación de los pobres (Ne 5)

1. Explotación entre hermanos (v.1)

2. Aumento de bocas para alimentar (v.2)

3. Empeñando los últimos recursos (v.3)

4. Préstamos para el pago de impuestos (v.4)

5. Entrega de hijos como esclavos para pagar deudas (v.5)

6. Indignación justa (v.6 - charah = ardor de indignación)

7. Usura sobre hermanos más pobres (v.7)

8. Rescatados de las naciones para ser explotados por los propios hermanos (v.8)

9. Argumentos correctos que silencian a los injustos (v.9)

10. Préstamos hasta perder de vista, que terminaron como una donación (v.10)

11. Tiempo de restitución y perdón de deudas falsas (v.11)

12. Acuerdo para no hacer trampa (v.12-13)

13. Las personas responsables y piadosas no se convierten en una carga para los demás (v.14-15)

14. Las personas piadosas no invierten en la miseria de los demás (v.16)

15. Las personas piadosas son hospitalarias y generosas (v.17-18)

16. Las personas piadosas esperan en el Señor (v.19)

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[1] Poor Man's Commentary - Robert Hawker. Published in 1805; public domain (extraído de comentários de e-sword versão 10.3.0 - 2014)