lunes, 5 de octubre de 2020

Salmo 69

Salmo 69: El cansancio y el reposo del siervo de Dios

La sensación del salmista es de estar sumergido hasta el cuello en el fango. Necesita que alguien se acerque para salvarlo. Encontrará esta ayuda solo en Dios. Mientras grita pidiendo ayuda, incluso queda ronco. Otra preocupación del salmista, además de su bienestar, es que otros creyentes no se avergüencen porque él esté en el barro. Esta preocupación debería afligir a todos los creyentes. Lo que nos pasa afecta al cuerpo. Un testimonio defectuoso pone a otros creyentes en ridículo. Vemos la angustia de Jesús en la cruz prefigurada en este salmo. Le dieron de beber hiel (v.1-36).


“A menudo debemos pensar en la persona que sufre en este pasaje, del que hablamos, y preguntarnos: '¿Por qué?' Y '¿Qué sufrió? Para que, mientras meditamos en esto, seamos más humillados por el pecado, y más convencidos del peligro en el que estamos, de modo que sintamos  aún más gratitud y amor, lo que nos lleva a vivir para la gloria del Señor que murió por nuestra salvación. Por lo tanto, aprendemos que cuando estamos afligidos, tenemos que confiar el cuidado de nuestra alma a Dios, para que no seamos angustiados por el descontento, ni nos hundamos en la desesperación ” 1.


Salmo 69: El cansancio y el reposo del siervo de Dios

1. El cansancio de ser justo y querer vivir piadosamente (v.1-12)

2. El cansancio de ser agraviado (v.13-28)

3. El descanso en el Señor (v.29-36)



1. Comentário Bíblico de Matthew Henry – Sl 69.1-12, pg. 104-105 (Casa Publicadora das Assembleias de Deus - 3ª Edição - 2003)

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