martes, 2 de febrero de 2021

Isaías 20

Capítulo 20: Egipto y Etiopía en cautiverio

 

En el 711 a.C., el general de Asiria dominó Asdod, una ciudad filistea, cerca de Egipto, que sería conquistada rápidamente. El profeta hizo la voluntad de Dios a costa de su propia vergüenza. Se desnudó para servir a Dios. Israel estaba confiando en Egipto y Etiopía, a través de una alianza, para protegerse de Asiria. Sería inútil, porque Dios destruiría la falsa esperanza de Israel. ¿Cómo escaparemos? La libertad de la falsa esperanza radica en confiar en el Señor con todo nuestro corazón (v.1-6).

 

“Tartán era uno de los generales de Senaquerib, el cual, probablemente, aquí sea llamado Sargón y en el libro de Tobías, Saquerdonos, contra quien Tirhacá, rey de Cus o Etiopía, tenía alianza con el rey de Egipto (2 Reyes 18.17)”.[1]

 

¿Cuáles son algunas falsas esperanzas en las que el hombre confía y qué puede hacer Dios?

1) Dinero: el negocio o el empleo acaban.

2) Buenas obras: son egoístas y Dios no las considera para salvación.

3) Romance: el amor entre un hombre y una mujer puede enfriarse.

4) Posición y poder - personas mejores que nosotros se destacan y toman nuestro lugar.

5) Alguna adicción: nos convertimos en sus esclavos y perdemos nuestro propio control.

6) Salud – se degenera y nos inutiliza.

 

Egipto y Etiopía en cautiverio (Is 20)

1. La vergüenza del profeta ilustraba la vergüenza de Egipto y Etiopía (v.1-4)

2. La vergüenza del profeta fue una advertencia a Israel (v. 5-6)

 

 

 

 

Gozo (Is 16-20)

1. Gozo del trono de David (16:5)

2. Gozo que se va (16:10)

3. Gozo en el Creador (17:7-8)

4. Gozo de dar al Señor (18:7)

5. Gozo de conocer al Señor (19:20-22)

6. Gozo transformado en vergüenza (20:4)



[1] Treasury of Scriptural Knowledge – Is 20.1 - Canne, Browne, Blayney, Scott, and outros, com introdução de R. A. Torrey – Publicado em 1834; domínio público (extraído de e-sword version 11.0.6 - 2016)

 

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