miércoles, 24 de febrero de 2021

Isaías 37

 Capítulo 37: El escape del creyente está en la oración y confianza

 

1. La situación era grave y el rey necesitaba saber de las amenazas de Asiria contra Judá. El rey Ezequías se sentía como para dar a luz, pero sin fuerzas. La ilustración se puede entender tanto para el niño que no tiene fuerzas para salir como para la madre que ha agotado sus fuerzas, ambos en peligro de muerte. Su actitud correcta fue buscar al Señor. En ese momento, Dios oía al pueblo a través de los profetas[1], por lo que el rey Ezequías buscó al profeta Isaías. No era posible que Dios le estuviera dando razón a Asiria, el rey Ezequías se negaba a creer esto (v.1-5).

 

2. El profeta Isaías estaba a disposición de la nación y ahora estaba especialmente feliz, ya que había una preocupación por buscar la ayuda de Dios. La blasfemia de Senaquerib y Rabsaces era principalmente contra el Dios verdadero. Él está más interesado que el propio pueblo. La previa de la respuesta es una promesa. Dios matará al rey de Asiria (v.6-7).

 

3. Senaquerib estaba ocupado en la guerra en el sur de Israel. Él mismo confirmó las amenazas de Rabsaces. Senaquerib repite la burla de Rabsaces a los mensajeros. El orgullo nacional de Asiria se basaba en sus triunfos en todo el mundo. Se mencionan las regiones de Mesopotamia y Siria. Ni los reyes ni los dioses de estos países pudieron enfrentarse a Asiria (v. 8-13).

 

4. Así como Dios está interesado en las aflicciones de su pueblo, los creyentes también deben estar interesados ​​en buscarlo con todo su corazón. Las aflicciones tienen como objetivo acercar al creyente a Dios a través de la oración. El rey Ezequías no solo estaba angustiado con la carta en su mano, sino que la llevó a la Casa del Señor y allí clamó. El rey Ezequías no niega que Senaquerib es un enemigo fuerte y que destruyó a todas las naciones vecinas y sus dioses, pero tampoco considera a los dioses de las naciones como alguna cosa. Cree que la victoria de Judá sería un testimonio de que hay un solo Dios (v.14-20).

 

5. Dios toma las provocaciones de Senaquerib contra sí mismo y también desafía a Asiria. Él es el Santo de Israel. Asiria derrotó al Líbano y Egipto con sus cedros y ríos, respectivamente. Estaba en los planes de Dios ese día, por lo que Dios ejecutará Sus planes de destrucción contra Asiria. Incluso si los habitantes de Judá se debilitan, la victoria vendrá para que el hombre no confíe en su propia fuerza (v.21-28).

 

6. Asiria será detenido como un toro por la nariz. Dios no permitirá que Jerusalén se quede sin los frutos de la tierra, a pesar de la invasión y el botín asirios. En el tercer año después de la invasión, Judá sembrará y verá sus frutos, por lo que no habrá daño a la agricultura. El celo del Señor no permitirá que Asiria invada Jerusalén y se apodere de ella. El rey regresará a Asiria y morirá allí. Jesucristo mismo manifestado como Ángel, el Ángel del Señor, defendió a Judá y mató a 185.000 asirios. El rey regresó a Asiria y, mientras adoraba a su dios, sus propios hijos lo mataron (v.29-38).

 

“Dios defendería a Jerusalén por amor a su honor y en memoria de su promesa a David. Asiria insultó a Dios. No sería su instrumento para castigar a Jerusalén. Lo que Jerusalén no pudo hacer, Dios lo haría por ellos. Dios está preparado para hacer lo imposible si confiamos lo suficiente como para pedírselo”.[2]

 

El escape del creyente está en la oración y la confianza (Is 37)

1. Dios está interesado en la causa del creyente afligido (v.1-13)

2. El creyente afligido debe interesarse en clamar a Dios (v. 14-20)

3. Dios está interesado en responder la oración del creyente afligido (v.21-36)



[1] Los sacerdotes tendrían esa función, pero la degradación de los sacerdotes se torno um impedimento a las oraciones. Por eso, el rey Ezequías buscó al profeta Isaías para orar a Dios, pues, antes del cautiverio, Dios oía a algunos profetas, o sea, la oración de los profetas. En algún momento, Dios les dijo a los profestas que dejasen de orar, pues no los oiría más, y el pueblo sería llevado irremediablemente al cautiverio.

[2] Comentarios de la Biblia del Diario Vivir – Is 37.35 - Compilado por  Maqui,  (a)  Rabí Gamaliel, 1997 EDITORIAL CARIBE - Una división de Thomas Nelson - P.O. Box 14100 (extraído de e-sword version 11.0.6 – 2016)

 

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