Capítulo 12: El cautiverio y su propósito
1. La gloria del Señor dejó el templo, pero Dios no dejó de revelar las profecías a Ezequiel. Aunque Ezequiel ya sabe esto, el Señor le dice al profeta que el pueblo con el que está tratando es rebeldes y no que no usa las facultades que Dios les ha dado para obedecerle. El profeta Ezequiel debe mudarse y esto debe hacerse para que el pueblo rebelde lo vea. No debía salir de la casa donde estaba de la manera convencional, por la puerta, sino que el profeta debía abrir un agujero en la pared y sacar por allí sus cosas para que todos lo vieran. Ezequiel debía cubrirse el rostro para no ver la tierra, pero todos lo verían cargando su equipaje sobre sus hombros (v.1-6).
2. Ezequiel obedeció al Señor en cada detalle: durante el día tomó el equipaje, rompió la pared y cargó el equipaje sobre sus hombros a vista de todos. La explicación de todo esto no llegó hasta la mañana siguiente. El siervo del Señor obedece, aunque el Señor no ofrezca la explicación completa. El profeta tendría la respuesta de Dios cuando le preguntaran qué estaba haciendo. La carga sobre sus hombros son el príncipe de Jerusalén y toda la nación que será llevada cautiva. Se cumplirá cada detalle de la “dramatización” del profeta: equipaje al anochecer, muro derribado y rostro con los ojos vendados. Este castigo viene de Dios mismo sobre el príncipe y la nación y no habrá nadie que ayude, porque Dios mismo no lo permitirá. Habrá una dispersión y todos sabrán que fue la mano de Dios. Los que queden servirán de testimonio a las naciones acerca de la poderosa mano de Dios. El profeta estaba interpretando a los líderes huyendo, pero siendo capturados por Babilonia. Esto es lo que le sucedió al rey Sedequías (v. 7-16).
3. La palabra del Señor al profeta está llena de tensión incluso en los momentos de tranquilidad, es decir, en la comida. Todo el pueblo sentiría la misma tensión, porque Dios decidió destruir la tierra de Judá debido a su rebelión. Todos sabrán quién es Dios (v.17-20).
4. Las falsas palabras de paz y la negligencia para con el juicio de Dios son denunciadas por Él mismo y ahora será el cumplimiento de las profecías del juicio. Las falsas profecías que anunciaron la paz ya no existirán en el cautiverio, sino solo la palabra certera del Señor. Los rebeldes incluso consideran las profecías de Ezequiel, sin embargo, descansan en sus propios pensamientos, pensando que tardarán en cumplirse (v.21-28).
“La palabra profética, transmitida por verdaderos profetas, nunca falla, sino que siempre se cumple; como esa sobre el sitio de Jerusalén y el cautiverio de los judíos ".[1]
[1] John Gill's Exposition of the Entire Bible, Ez 12.25 (John Gill 1690-1771 - extraído de e-sword version 11.0.6 – 2016)
No hay comentarios:
Publicar un comentario