jueves, 20 de mayo de 2021

Amós 8

 Capítulo 8: Mientras haya libertad, predique; cuando no haya, predique también

 

Dios animó a Amós a continuar. Los cánticos de los hipócritas serían silenciados. Los más ricos oprimían a los pobres por codicia y utilizaban balanzas engañosas y comercio ilegal. Amós les advirtió con valentía que se lamentaran y aprovecharan la Palabra de Dios mientras estuviera disponible, porque un día ya no la encontrarían. En muchos lugares, los pueblos tienen el gran privilegio de escuchar la Palabra de Dios, de leerla sin ningún obstáculo. Un día, la predicación y la Palabra serán escasas o difíciles debido a la persecución. Mientras tengamos libertad, debemos predicar la Palabra. Si termina la libertad, continuaremos predicando, pero siempre con precaución, ya que los días pueden ser malos (v.1-14).

 

"La traducción 'pobre' parece mejor, aunque se usa la traducción 'abandonados' [en alguna versión en inglés, indefenso]. Incluso dentro del libro de Amós hay grados de pobreza. El 'pobre' en 8:6 es lo suficientemente destituido como para estar en una situación de esclavitud, pero se cree que 5:11 es un inquilino en una hacienda que está más arriba en la escala de riqueza ".[1]



[1] An evangelical response to the preaching of Amos, pg. 414 – Am 8.5 - Thomas John Finley (Journal of the Evangelical Theological Society, JETS 28/4, December 1985)

 

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