jueves, 27 de mayo de 2021

Jonás 4

  

Capítulo 4: Descontento con las bendiciones de Dios

 

Jonás es un ejemplo de los secretos del corazón de muchos misioneros cansados. No pudo experimentar gozo en la conversión masiva del pueblo de Nínive. Sabía que esto sucedería, porque conocía el carácter misericordioso de Dios, incluso él era el objeto de la bondad del Señor. Jonás se cansó de vivir. Ya no podía soportar el peso de la hipocresía. Dios lo confrontó con este sentimiento, mostrándole cuán irracional estaba siendo. A pesar de la injustificada ira de Jonás, esperaba que la ciudad fuera destruida. Aunque vio el arrepentimiento de la ciudad, tal vez él pensaba que no era genuino. Dios todavía era tan paciente con Jonás que lo cubrió de sombra, pero no le daría el maligno placer de ver la ciudad de Nínive destruida. El Señor ha demostrado que puede dar el bien, la sombra, pero también puede quitarlo. Todo viene del Señor, pero Jonás solo aceptó lo bueno. Preferiría morir antes que dejar de disfrutar del placer de esa sombra. Dios trató de mostrarle a Jonás lo irracional que era, pero fue obstinado. Tampoco se parecía al mismo hombre que oraba piadosamente en el vientre del gran pez. Así somos nosotros en camas de hospital, enfermos, con dificultades económicas. Pensamos que podríamos salir como mejores personas de las aflicciones, pero nos enfrentamos a nuestro egoísmo. Necesitamos la misericordia constante del Señor. El pueblo ya no era importante para el misionero Jonás. La pasión por las almas perdidas ya no afectaba su corazón. Roguemos al Señor de la mies que envíe más obreros a Su mies, pero oremos también para que Él mantenga viva la llama misionera en nuestros corazones (v.1-11).

 

“… Jonás tiene alternativas claramente definidas, predicar a Nínive o rechazar la orden de Dios y sufrir el castigo. Aunque finalmente optó por la primera, también se enfrentó a la segunda alternativa más tarde, su obstinación siempre frustrando la relación íntima buscada por el Dios amoroso. Ese orgullo persistente es lo que más detesta Jehová y es lo que convierte a Jonás en un personaje trágico ".[1]

 

Cuando no estamos contentos con las bendiciones de Dios (Jn 4)

1. Nos irrita la paciencia de Dios con el pecador (v.1-2)

2. Nos cansamos de la vida (v.3-4)

3. Esperamos el mal para las personas (v.5)

4. Nos convertimos en hedonistas, viviendo solo para los placeres momentáneos (v.6-8)

5. Discutimos con Dios de manera irracional (v. 9-11)



[1] Death in Life: The Book of Jonah and Biblical Tragedy, pg. 16 - Branson L. Woodard (Grace Theological Journal vol. 11 Primavera de 1990)

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario