viernes, 21 de enero de 2022

Apocalipisis 21

Capítulo 21: Los cielos nuevos y la tierra nueva y la nueva Jerusalén

1.Este texto se refiere al acontecimiento posterior al Trono Blanco, también llamado Juicio Final. El hecho de que no haya mar muestra que en la Nueva Jerusalén ya no habrá civilizaciones separadas, como los océanos en el planeta tierra separan a los pueblos y sus continentes. El mar siempre ha sido causa de separación de los pueblos. En los días de “Peleg” la tierra, que era un solo territorio, fue dividida. Es la "pangea" o "deriva continental" (Génesis 10:25 y 1 Crónicas 1:19). El mar es mencionado en el Milenio (Sal 72:8, Isa 11:9,11, Eze 47:10,15,17,18,20, 48:28, Zac 9:10, 14:8). Se trata de la Nueva Jerusalén. Desciende del cielo y queda suspendida sobre la Nueva Creación. Seguramente será una ciudad hermosa, como la novia el día de su boda. Esta ciudad suspendida puede estar en el Milenio y por toda la eternidad también. El deseo de Dios con respecto a Adán y Eva y toda su descendencia, era vivir en plena comunión, sin embargo, con la entrada del pecado en el mundo esto no fue posible, ahora sí, esto sucede completamente (v.1-3).

 

2. Casi todo lo que alguien hace es acompañado de lágrimas. Pero en el Estado Eterno, termina la tristeza y la muerte que ya están en el Lago de Fuego. No habrá dolor físico, espiritual o emocional de ningún tipo. Todo esto comienza solo con el Estado Eterno, pues hasta ese período todo esto estaba presente, incluso en el Milenio y al final de este, Gog y Magog. Incluso en las visiones de la Tribulación de Juan, los mártires en el cielo, por ejemplo, todavía tenían cierta tristeza por los hermanos en la Tribulación que se suponía que iban a morir. Por lo tanto, la tristeza, la muerte y el dolor solo serán completamente erradicados después del Juicio Final, en el Estado Eterno. Toda esta enseñanza se resume en la expresión “porque las primeras cosas pasaron” (v.4).

 

3. El que está sentado en el trono siempre es Dios Padre, aquí está la salvación completa. Comenzó con la salvación del alma (2 Cor. 5:17), que incluye la redención del cuerpo y la naturaleza misma (Rom. 8:21). Este versículo tiene un detalle nuevo: es la primera vez en Apocalipsis que se menciona a Dios Padre hablando. No es quien quiere, sin ningún requisito, que recibe el agua de la vida, sino solo el salvado en Cristo Jesús, que llega a ser heredero de Dios. En ese momento no hay nadie más que pueda salvarse, ya está todo definido en cuanto a la eternidad (v.5-7).

 

4. Los incrédulos irán al Lago de Fuego. De hecho, ya están allí en este punto de la narración del Apocalipsis. Los incrédulos tienen estos pecados como práctica de vida (v.8).

 

 

Es posible que un creyente practique algunas de estas abominaciones, pero debido a que está “en Cristo”, no irá al lago de fuego, sin embargo, es un creyente que vive como un incrédulo. La verdad del evangelio es algo totalmente fuera de nosotros (la Cruz de Cristo). Lo que Cristo y el Espíritu Santo hicieron en nosotros (dentro de nosotros) es la obra de santificación. La santificación (experiencia interior) depende del evangelio (hecho histórico), pero el evangelio (hecho histórico) no depende de la experiencia interior.

En cuanto a la lista, el único pecado que necesita más explicación es el pecado de ser "cobarde" o "miedoso" o "tímido". Nada tiene que ver con el sentido cotidiano, sino que el cobarde aquí fue aquel que por miedo a la Bestia y su sistema rechazó a Cristo para salvar su propia vida, lo que de hecho hizo durante unos años (tres años y medio a lo sumo), pero que, sin embargo, pasará la eternidad sin ninguna seguridad contra el fuego eterno (Mt 13:21).

 

 

5. El mismo ángel que mostró a Babilonia (la ramera) muestra a Jerusalén (la esposa pura). Juan es llevado a una montaña para tener una mejor vista (v.9-10).

 

6. La Nueva Jerusalén tendrá la gloria de Dios. El brillo de piedra preciosa como el jaspe cristalino. El color es un verde oscuro, sin embargo, por ser cristalino, es transparente. Habrá doce puertas con los doce nombres de las tribus de Israel. Doce ángeles en cada una de las puertas, ya no para custodiar, sino para enriquecerlas con seres celestiales. Las fortalezas (muros) pueden representar la exclusividad de los santos en esa ciudad (v.11-13).

 

7. No sólo la nación de Israel estará representada por las doce puertas, sino que también allí estará presente la Iglesia, representada por los doce cimientos con los nombres de los doce apóstoles, que son designados como "Apóstoles del Cordero", identificándose apóstoles de una nueva dispensación que es la de Cristo crucificado (la dispensación de la Iglesia - Efesios 2:19-22). Las medidas de la ciudad son las siguientes: forma un cubo de 2.400 km. La muralla rodea la ciudad y tiene 72 m de altura. Realmente será grande, pues la Jerusalén terrestre medía, desde el Mar de Galilea hasta el Mar Muerto, apenas 100 km. No se sabe exactamente si la medida de 72 mt (algunos dicen 64 mt) se refiere a la altura o al ancho del muro. Los ángeles usan la misma medida que los hombres para medir la Nueva Jerusalén, por lo que podemos decir que estas dimensiones son literales e inteligibles para nosotros (v.14-17).

 

8. Aquí la estructura y materiales de la Nueva Jerusalén. El muro es de gran belleza ya que está hecho de jaspe, además, aquí en la tierra el jaspe es casi indestructible debido a su dureza. La ciudad es de oro transparente, desconocido en la tierra. No son solo las calles, sino que toda la ciudad es de oro transparente. Los cimientos son doce capas de piedras preciosas, siete de las cuales son colores del arco iris: rojo, azul, amarillo (colores primarios) y naranja, verde, índigo y violeta (colores secundarios). A continuación, cada piedra y su respectivo color (v.18-20).

 

 

Piedra

Color

Piedra

Color

Piedra

Color

Jaspe

Zafiro

Ágata

Esmeralda

Azulado

Azul

Naranja

Verde

Ónice

Cornalina

Crisólito

Berilo

Blanca y roja

Roja

Roja brillante

Verde mar

Topacio

Crisopraso

Jacinto

Amatista

Amarilla

Verdosa

Azul piedra

Violeta

 

 

9. Las puertas están hechas de perlas. Las mismas doce puertas ya mencionadas. Se dice que la perla es la única joya que el hombre no puede mejorar; otras se pueden cortar y pulir. Sería imposible obtener tales perlas en la tierra, porque el versículo dice que las puertas son de una sola perla. Esto significa que cada puerta es una perla gigantesca y no, como normalmente pensaríamos, una puerta ordinaria con incrustaciones de perlas. El Señor es el santuario de la Nueva Jerusalén, por lo que ya no habrá necesidad de un Templo. El sol, la luna y las estrellas son elementos de gran belleza y utilidad, sin embargo, en la Nueva Jerusalén son reemplazados por Cristo mismo y el Padre que son la lámpara (v.21-23).

 

10. Si entendemos que la Nueva Jerusalén no estará en el Milenio, sino en el Estado Eterno, tenemos que aceptar el hecho de que habrá una nueva tierra, incluyendo naciones y reyes (por supuesto, todos santos). Por lo tanto, tendrán libre acceso a la Nueva Jerusalén, llevando sus ofrendas. Aquí la sociedad ideal. Ni siquiera el Milenio alcanzó esta meta, ya que hubo incrédulos y al final una terrible rebelión de las naciones (v.24-27).

 

11. En el próximo capítulo veremos la descripción del Paraíso Eterno, que es también el Jardín del Edén restaurado y eterno, y que no es más que la misma Jerusalén Celestial, la misma que hemos visto hasta ahora con el nombre de Nueva Jerusalén. Por tanto, la Nueva Jerusalén es también el Nuevo Edén.

 

 

 

 

 

 

El Estado Eterno (Ap 21)

1. En el Estado Eterno no habrá más división de la humanidad (v.1)

2. En el Estado Eterno, la Jerusalén Celestial será suspendida (v.2)

3. En el Estado Eterno Dios morará con los creyentes (v.3)

4. En el Estado Eterno no habrá tristeza ni muerte (v.4)

5. En el Estado Eterno todo será nuevo (v.5)

6. En el Estado Eterno, la gracia de Jesús será total (v.6)

7. En el Estado Eterno, la herencia será concedida (v.7)

8. En el Estado Eterno, los pecadores no redimidos no entrarán (v.8)

9. En el Estado Eterno se presentará la Iglesia completa (v.9)

10. En el Estado Eterno, la Jerusalén Celestial será un hermoso adorno (v.10-21)

11. En el Estado Eterno no habrá santuario (v.22)

12. En el Estado Eterno no habrá más lumbreras que Cristo (v.23)

13. En el Estado Eterno habrá naciones, pero sin conflictos (v.24)

14. En el Estado Eterno no habrá noche (v.25)

15. En el Estado Eterno, las naciones adorarán a Dios (v.26)

16. En el Estado Eterno sólo serán salvos por el Cordero (v.27)

 

 

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