De nuevo, por favor!

¡De Nuevo, Por Favor!

Posiblemente te ha sucedido, como a muchos, llegar a cierto punto en la vida en que quisieras empezar la vida de nuevo. Puede ser por una seguidilla de situaciones dolorosas o por una serie de errores y hasta de horrores morales que hacen que te veas encerrado, si no enjaulado, sin perspectiva de poder resolver los problemas, ni corregir el pasado y salir adelante. Algunos “solucionan” ahogando sus penas en el alcohol, alguna droga (lícita o no) o suicidio.

Un hombre líder en su ciudad, muy respetado, de impecable proceder y maestro de religión fue una noche a ver a Jesús. A pesar del juicio adverso de sus colegas hacia Jesús, el dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él>>. Juan 3

Cortando con las apreciaciones, que no dudo que fueran sinceras, Jesús le respondió: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios>>.

Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? Respondió Jesús: El que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo>>.

Grandes e importantes verdades surgen del pasaje. Jesús conoció la profunda necesidad del hombre, así como de todos, incluyendo la nuestra. Queda claro que para acceder al reino de Dios aquí y en el más allá, debemos nacer de nuevo, y que eso depende de Jesús y espera una decisión nuestra, porque declara: Es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna>>.