Aclaro, el énfasis en PIENSEN, lo puse yo, pero podría ser, <<piensen en ELLO>>.
La diferencia está por un lado, en que PENSEMOS; porque a veces uno se pregunta, dada alguna conducta que ve, si la persona piensa en lo que hace y dice. Esta mañana pensaba en la muchachada que se inicia en el alcohol, la droga, el sexo, y un estilo de vida sin parámetros, y me acordé de mi adolescencia, cuando yo también caí bajo esa presión de los compañeros, sus burlas despectivas e insultos, hasta ceder y probar lo que no quería. Gracias a Dios que el choque de los efectos fue suficiente como para detenerme, justamente, para que PENSARA. ¡Hay que PENSAR más allá del momento, de la conveniencia inmediata y PENSAR en el fin de ese camino, en sus consecuencias!
Por otro lado, tenemos el <<piensen en ELLO>>, o sea, en torno a QUÉ COSAS permitimos que giren nuestros pensamientos. La verdad es que se nos dio una lista excelente. Recordémosla: lo verdadero, honesto, justo, puro, amable, loable, virtuoso, admirable. ¡Si dedicaremos más tiempo a pensar en cosas así y menos en pensar en cosas contrarias, creo que los siquiatras y sicólogos tendrían que colgar sus túnicas!
Esta receta del pensamiento sano, cuando llega a gobernar nuestras acciones, viene con una promesa: el Dios de paz estará con ustedes>>. ¡Qué compañía! ¡Qué entorno! Ahí colgarían, también, sus uniformes policías y militares.
¿Por qué no sucede? ¿Por qué no hacerlo suceder? Dios quiere ayudarnos, por eso nos dejó este mandato en Filipenses 4:6 a 9. PIENSEN: ¡es una orden que obedecer!
Por Ken Russell
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