lunes, 29 de julio de 2019

Génesis 30


Capítulo 30: Los niños y las manadas de Jacob.

1. No tener hijos ya era difícil, pero vivir con la otra esposa del marido, la cual tiene hijos, es insoportable. La paciencia de Jacob se terminó con la mujer que más amaba, Raquel. Para aliviar el sufrimiento de Raquel, Jacob tuvo un hijo para ella a través de su sierva Bilha. Se convirtió en un asunto de lucha personal de Raquel contra Lea. Por supuesto, Lea tenía la ventaja, ya que los niños eran de su propio vientre, mientras que Raquel usaba a Bilha para engendrar a los hijos de Jacob. Lea aceptó el desafío y, como ya no podía tener hijos, usó a su sierva Zilpa para engendrar hijos para Jacob. Los nombres de los niños fueron elegidos de acuerdo con la situación que se daba en el parto o al estado emocional de la madre (v.1-13).

2. Se creía que los frutos de esta planta, mandrágora, de la familia de la papa, despertaban el deseo sexual y ayudaban a una mujer a tener hijos (Cant 7.13). La raíz de la mandrágora se asemeja al cuerpo humano. Raquel quería el fruto con la esperanza, en realidad una superstición, de que quedaría embarazada de Jacob. Jacob prefería a Raquel, pero estaba dispuesta a cambiar la noche con Jacob por las mandrágoras de Lea. Aunque Lea no era estéril, ya no tenía hijos. Sin embargo, ella quedó embarazada. Debido a que ella le dio más hijos a Jacob, pensó que Jacob la querría más (v.14-21).

3. Finalmente, Rachel  quedó embarazada, por la bondad de Dios y no por las mandrágoras. Jacob pensó que ya era hora de regresar a su tierra, por eso, reclamó a Labán sus derechos para ir con todo lo que le pertenecía. Labán vio la mano de Dios en la vida de Jacob y no quería él que se fuera. Parece que Jacob no trabajó por un salario sino por sus mujeres y por la producción de ganado. Habí llegado el momento de que Jacob viva más para su familia de forma independiente. Jacob propuso que todas de cabras salpicadas de color y  todas las ovejas oscuras serían de él y todas las otras de Labán. Jacob estaba proponiendo que la mayor parte del rebaño se quedara con Labán. Es difícil saber a qué hijos se refiere  en el verso 35, si a los de Labán o a los de Jacob. No hay una explicación científica en las varas rayadas influenciando en la genética. El rebaño bebía agua y al ver las varas, querían copular. Había superstición, no genética, pero Dios estaba controlando la reproducción para beneficiar a Jacob. Esto no justifica a Jacob por volver a su antigua práctica: engañar a las personas para beneficiarse (v.22-43).

“Por favor, no te pierdas este maravilloso principio de nuestro amable Padre celestial. Tu corazón amoroso nos buscará y nos perseguirá hasta que nos encuentres. Así es exactamente cómo me trató Dios. Un día, yo estaba esperando que él dijera: '¡Basta!' Y me castigaría severamente. Estaba esperando que el martillo de la justicia de Dios cayera sobre mí, o tal vez su espada. Más bien, me sorprendió con su tierno amor y misericordia. No estaba preparado para ello y su gracia rompió mi corazón ".[1]

Cambios (Gen 30)
1. Cambio de esterilidad por niños (v.1-26)
2. Cambio de injusticia por trabajo (v.27-36)
3. Cambio de la servidumbre por señorío (v.37-43)


[1] Come Rest with Me, pg. 92 – Bryan R. Coupland (Xulon Press – EUA – 2009)

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