Capítulo
35: Las ciudades de refugio
Cristo abriga al pecador con seguridad,
así como las seis ciudades de refugio. Las ciudades fueron distribuidas a ambos
lados del río, hacia el norte, sur y centro, haciendo posible el escape y
seguridad de cualquier persona que estuviera en algún punto de Canaán. Estas
ciudades servirían como protección para aquellos que mataron accidentalmente.
Podía ser, por ejemplo, que trabajando, un hacha de hierro escapara del mango,
provocando la muerte accidental de alguien. El responsable podría correr a la
ciudad de refugio más cercana y recibir protección allí. La salvación en Cristo
debería estar disponible en todos los rincones de la tierra. La Iglesia debe
albergar a los pecadores, guiándolos a Cristo (v. 1-34).
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