sábado, 14 de septiembre de 2019

Valores Bíblicos. Humildad

Humildad.
Revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. 1 Pedro 5:6
“Es difícil ser humilde cuando eres el mejor”, dijo alguna vez el boxeador Cassius Clay, más conocido como Muhammad Alí. Por más crack que sea, lo realmente difícil es aguantar una persona pedante. La humildad, en cambio, siempre es bienvenida.
La humildad no tiene que ver con la condición social o una autoestima baja. Tampoco significa dejarse pisotear. No implica menoscabo alguno al valor que cada ser humano tiene. Humildad es “pensar de sí con cordura” o equilibrio, ser consciente de las limitaciones y debilidades personales. Es una actitud del corazón que rechaza jactarse de sus acciones, posesiones o posiciones.
Jesús es el ejemplo máximo de humildad, es aquel que “se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz” Es el que tocó leprosos, comió con parias sociales y lavó los pies de sus discípulos.
La Biblia propone un espíritu humilde, porque Jesús dijo que sólo los "pobres en espíritu", los que admiten su incapacidad espiritual, accederán al Reino de los Cielos. Pero también, la humildad es necesaria para disfrutar la presencia cotidiana de Dios:
Así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados. Isaías 57:15

Por Pablo D. López

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