Capítulo
6: Nuevamente la Palabra como fuente de toda bendición
La enseñanza genera muchos beneficios.
Cuando nos referimos al estudio serio y correcto de las Escrituras, entonces
los beneficios son espirituales y eternos. Las virtudes con las que deseamos
relacionarnos y guiarnos en este mundo no se encuentran con el pensamiento
positivo o el esfuerzo propio, sino al estudiar la Palabra de Dios que nos
transforma a medida que leemos y dejamos que dirija nuestras vidas. La forma
correcta de pensar y creer es producida por la Palabra (v. 1-25).
“Este
gran libro ahora continúa para expresar lo que era el corazón de la confesión
israelita, o sea, que Yahvé no era un panteón de dioses, sino Único. Por lo
tanto, debería ser el único objeto de la fe y la obediencia de Israel. La
nación no debía olvidar a Yahvé ni dividir su lealtad entre otros dioses en
días prósperos. Además, debía garantizar la continuidad de la lealtad y la fe
que se revela en el pacto, a través de la enseñanza diligente a los niños
".[1]
Bendiciones
generadas por la enseñanza de la Palabra (Deut 6)
1. La enseñanza genera obediencia (v.1)
2. La enseñanza genera temor (v.2)
3. La enseñanza genera éxito (v.3)
4. La enseñanza genera monoteísmo (v.4)
5. La enseñanza genera integridad (v.5)
6. La enseñanza genera permanencia (v.6)
7. La enseñanza genera hábitos (v.7)
8. La enseñanza genera recapitulación
(v.8)
9. La enseñanza genera registros (v.9)
10. La enseñanza genera humildad
(v.10-12)
11. La enseñanza genera servicio (v.13)
12. La enseñanza de la fidelidad
(v.14-16)
13. La enseñanza de la justicia (v.17)
14. La enseñanza genera victoria
(v.18-19)
15. La enseñanza genera buena tradición y
contenido (v.20-23)
16. La enseñanza genera un buen futuro
(v.24-25)
[1] Deuteronômio – Introdução e comentário, 117 –
J.A. Thompson (Ed. Vida Nova – São Paulo – SP – 1ª ed.1982,
reimpr. 2006)
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