miércoles, 13 de noviembre de 2019

Jueces 3


Capítulo 3: Los primeros tres jueces

1. Las naciones que aún existentes en Canaán terminarían siendo un entrenamiento para Israel, una nación que no tenía experiencia en guerras con todas las estrategias, entradas y salidas. Esto de ninguna manera significa que Dios dependía de una nación militarmente entrenada para conceder la victoria, pero a menudo el Señor realizó milagros y actuó a través de lo que existía en lugar de lo que no existía. Por esto también Dios quería poner a su pueblo a prueba para que pudiesen elegir si obedecerle o no. Es cierto que muchos creyentes están luchando con la cuestión de si existe o no libre albedrío. En la Palabra de Dios, sin embargo, vemos que Dios no quiere adoradores forzados, sino personas que toman decisiones. Estas elecciones están motivadas para algunos por el sufrimiento y para otros simplemente por la lectura de la Palabra. Dios siempre quiere que el hombre obedezca, pero el hombre debe decidir eso (v.1-5).

2. La elección del pueblo de Israel no fue confiar y obedecer al Señor, sino actuar en la política de buena vecindad y, más que eso, en lazos matrimoniales con los paganos que llevaban a sus dioses en sus corazones y en sus brazos. Pero llegó un momento en que el pueblo tuvo que admitir su fracaso y clamar al Señor. Otoniel fue usado por Dios para ser el primer libertador de Israel. Después de un tiempo de paz, Israel nuevamente se encontró en problemas y clamó al Señor. Aod fue el segundo libertador que, con coraje y destreza, además era zurdo, mató al rey Eglón. La Biblia enaltece las habilidades e inteligencia de los zurdos. La manera en que Aod mató a Eglón y escapó del palacio es digna del agente secreto de muchas películas que hemos visto. El tiempo de paz fue muy largo, ochenta años. Después de eso, seguramente Israel falló en obedecer y confiar en el Señor y cayó en manos de los opresores, y luego Dios levantó al tercer libertador: Samgar (v.6-31).

“Hoy en día,  Dios ya no levanta personas para matar a otros; pretender que esto suceda es blasfemar al Señor ".[1]

Verdades que se revelan de a poco (Jue 3)
1. Una pequeña prueba revela nuestros corazones (v. 1-6).
2. Un poco de sufrimiento nos hace clamar a Dios (v.7-11)
3. Un poco de coraje para obedecer a Dios nos da una victoria significativa (v.12-31)


[1] Comentário Bíblico de Matthew Henry – Juízes, pg. 6 – Matthew Henry (Casa Publicadora das Assembleias de Deus - 3ª Edição - 2003)

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