Capítulo
4: La victoria de Barak sobre Sísara y Débora y la participación de Jael
1. Esta vez el rey de Canaán fue el
opresor. Jabín, el rey de Canaán, tenía un gran poder de armas y carros de
hierro. Dios usó a Débora para traer juicio sobre Israel. Ella era una
profetisa del Señor. Dios le dio mucha sabiduría a Débora, entonces el pueblo
venía a recibir el juzgamiento del Señor. Eso consistía en escuchar las
profecías de Dios para el pueblo. En cierto modo, hacemos lo mismo cuando nos
sentamos a escuchar a alguien predicar la Palabra de Dios. Débora tenía la
orden del Señor de que el pueblo se pusiera bajo el liderazgo de Barac para
unir fuerzas y luchar contra Sísara, el comandante del rey Jabín. Barac sentía
seguridad en Débora y le exigió que lo acompañara. La realidad hoy es la de
muchos “Baraques”, es decir, los hombres cada vez menos se sienten seguros de
sí mismos. Mientras tanto, algunas mujeres se presentan como más valientes y
administradoras que los hombres. Esta realidad se ve en la sociedad y en la
iglesia. La honra del libertador Barac sería perdida y la ganaría Débora. Ella
no estaba buscando eso, pero él le estaba cediendo su responsabilidad y
privilegios. Algunos intentan sin éxito comparar a Débora con el ministerio de
la iglesia donde las mujeres deberían, según afirman, ejercer sus derechos
ministeriales. Débora no era apóstol del Nuevo Testamento ni pastora de ninguna
iglesia. En el Nuevo Testamento hay profetizas, las hijas de Felipe, pero no
hay indicación de que eran líderes de la iglesia (v.1-9).
2. Barac hizo lo que Débora profetizó,
pero además del ejército que reclutó entre las tribus de Zabulón y Neftalí, se
llevó a Débora con él. La mención de Heber es importante porque se explica lo
que sucede a continuación. Sísara se preparó para la pelea. Débora alentó a
Barak por la profecía que recibió del Señor de que Israel saldría victorioso,
lo que luego sucedió. Sísara escapó, pero fue asesinado por la esposa de Heber.
Sísara no había sospechado, porque Heber era ceneo y ese pueblo tenía una
alianza con el pueblo de Hazor y el rey Jabín. Este capítulo alaba a las
mujeres con acciones definitivas. Débora incentivando a Barac y Jael, esposa de
Heber, matando a Sísara (v.10-24).
Las
tensiones de la vida (Jg 4)
1. La tensión de ser oprimido (v.1-3)
2. La tensión entre las responsabilidades
masculinas y femeninas (v.4-9)
3. El estrés de exterminar el mal hasta
la raíz (v.10-24)
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