Capítulo
29: El fin del refugio de David entre los filisteos
1. Llegó la hora de la verdad, cuando
David debía decidir si estaba del lado de los filisteos o de los israelitas.
Los comandantes filisteos encontraron absurdo tener que luchar con hebreos en
su equipo. Después de todo, son enemigos. El rey de Gat, el rey Aquis, trató de
calmar los ánimos y decir que David fue uno de ellos y que todo lo que había
hecho hasta ahora había sido bueno para los filisteos. Aquis no tuvo éxito,
porque los filisteos sospechaban mucho de David. Si lo pensamos bien, tenían
razón, porque David amaba a su pueblo. Cuando Saúl se convirtió, sufrió lo
mismo por parte de los cristianos que no querían creer que tenía buenas intenciones.
Bernabé le dio a Saulo el voto de confianza. Pero estamos hablando de dos
siervos de Dios, uno en el lado equivocado, David y el otro en el lado
correcto, Saulo. La fama de David lo precedió, al igual que a Saulo de Tarso
(v. 1-5).
"Jezreel
era una posición central y segura ... Era la residencia favorita de Acab (1
Reyes 21 y sig.); allí Jezabel estableció un templo de Astarté con 400
sacerdotes (1 Reyes 18:19); allí se decretó la tragedia del asesino judicial de
Nabot (1 Reyes 21:13); y allí Jezabel encontró su fin (2 Reyes 9:30 y sig.).
2. La división entre los filisteos con
respecto a David fue la manera en que Dios trajo a David de regreso a su
pueblo. También podemos vivir entre los no creyentes de este mundo y ser bien
aceptados, pero en algún momento sentirán que no estamos entre ellos. Esto es
muy bueno, porque no debemos acomodarnos a este mundo. Somos peregrinos. En
algún momento seremos expulsados o encontraremos nuestro hogar. Aquis se
aferró a David, pero no conocía el corazón del futuro rey de Israel. Fue bueno
contar con el apoyo de Aquis, pero había llegado el momento de separarse. David
estaba indignado y se sintió tratado injustamente, pero no sabía que era lo
mejor, la separación. A veces nos sentimos indignados y tratados injustamente delante
los incrédulos, pero Dios usa estas decepciones para poner nuestros ojos en la
fuente correcta, Dios y su pueblo (v.11).
[1] The Cambridge Bible for Schools and Colleges – 1 Sm 29.1 (Cambridge
University Press. (extraído de e-sword version 11.0.6 - 2016)
Cuando
llegua el momento de separarnos de los incrédulos (1 Sam 29)
1. Cuando empezamos a darnos cuenta de
que estamos en el equipo equivocado (v.1-2)
2. Cuando nuestra presencia comienza a
molestarlos(v.3-5)
3. Cuando comienzan a pensar que somos
como ellos (v.6-7)
4. Cuando empezamos a enojarnos porque
nos rechazan (v.8-9)
5. Cuando comenzamos a ser alejados de
ellos (v.10-11)
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