lunes, 31 de agosto de 2020

Salmo 25

Salmo 25: Los favores recibidos de Dios
Los pecados de la juventud nos persiguen de tal manera que a veces nos impiden continuar la obra del Señor. El salmista le pide al Señor que, debido a Su gran misericordia, no recuerde los pecados antiguos. Esto es algo que Dios ya hace. No tenemos que preocuparnos por lo que ya pasó. Nuestros pecados fueron arrojados al fondo del mar. Aquellos que temen al Señor, reciben intimidad con Él. Cuanto más cerca estamos del Señor, más tenemos una conciencia sensible, por lo que comprendemos completamente la sensibilidad del salmista a los pecados pasados ​​(v.1-22).

"La santidad de Dios no es una barrera, sino un estímulo para los pecadores arrepentidos"[1].

Salmo 25: Los favores recibidos de Dios
1. Mente libre de confusión (v.1-3)
2. Dirección (v.4-10)
3. Perdón y salvación (v.11-22)


[1] Through the Bible Day by Day – A Devotional Commentary by F. B. Meyer, B.A. – Sl 25.8 - Published in 1914; public domain (extraído de e-sword version 11.0.6 – 2016)

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