Salmo 95

Salmo 95: Las enseñanzas que todos los salvos deberían aprender

Después de un salmo tan pesado como el anterior, un salmo imprecatorio, tenemos un salmo ligero de alabanza a Dios. El Señor está presente en las cuevas o en las montañas. Nunca estamos indefensos ante Su presencia. Dado que Él es tan exaltado, el salmista dice que debemos arrodillarnos. Él es el rey de toda la tierra. Sin embargo, aunque es tan majestuoso, también es nuestro Pastor. No debemos rebelarnos como el pueblo en el desierto. Ellos probaron al Señor y, por lo tanto, sufrieron duras consecuencias (v.1-11).

“Ante Aquel que es la Roca de nuestra salvación, el gran Dios y gran Rey, el Creador de los confines de la tierra, el objeto mismo de toda adoración religiosa: Cristo debe ser adorado con cada parte de la adoración externa en la dispensación del Nuevo Testamento; salmos y cánticos de alabanza deben ser entonados a Él; se debe orar a Él; el Evangelio debe ser predicado y las ordenanzas administradas en Su nombre; y de manera similar con toda la adoración interna, en el ejercicio de cada gracia de Él como fe, esperanza y amor " 1 .

Salmo 95: Las enseñanzas que todos los salvos deberían aprender

1. Alabar a Dios (v.1-7)

2. No endurecer el corazón delante de Dios (v.8-11)

1.   John Gill's Exposition of the Entire Bible, Sl 95.6 (John Gill 1690-1771 - extraído de e-sword version 11.0.6 – 2016)