Un Lugar Seguro

Nuestro mundo puede ser un lugar complicado. A veces rugen las inclemencias del tiempo; vientos, rayos, inundaciones, ciclones, huracanes, terremotos, etc. Además de esto abundan las “inclemencias” nuestras. Los niños enfrentan el típico “bullying” donde brota la ley de la selva, del más fuerte, que se burla del que es diferente a la mayoría, que señala cualquier “defecto” y que pega al más chico. Como adultos también tenemos que hacernos frente a esta característica tan humana. Sea niño, joven o adulto, qué bueno es llegar a nuestro oasis, donde recibimos una sonrisa y un abrazo, una palabra de aprecio y podemos “bajar la guardia”. ¿Tu hogar es un oasis?

¿Qué hace que un hogar sea un oasis? Hoy bajó la temperatura y sopla viento fuerte. Justo ahora se paró un “bichofeo” en el paredón (aunque es bicho hermoso). El viento casi se lo lleva aunque se prende fuerte, sin embargo, yo estoy sentado, ni se me mueve un pelo y estoy de manga corta. Es la ventaja de no estar a la intemperie. Si por esto resulta agradable este lugar seguro, ¡cuánto más para un niño que llega de donde fue burlado, tal vez insultado, empujado o pegado y ser recibido con amor y respeto – igual para el adulto de las presiones del trabajo!

 ¿Cuál es el “estado del tiempo” en tu casa? ¿Reina el amor y la paz? ¿Cómo lograr que sea oasis para todos? El hombre, como cabeza es el responsable del hogar y la mujer como corazón es su motor. La Biblia en Efesios 5 exige al hombre amor y a la mujer respeto. Juntos proveen el ambiente de “invernadero” para ellos y sus hijos quienes asimilarán y reflejarán las cualidades de sus mayores. ¡Si allí reina Cristo, hace gran diferencia! El espera que lo invites.