Capítulo 28: Advertencias contra la injusticia, especialmente de los ricos a los pobres
1. El impío huye, incluso sin ser perseguido; el justo es valiente como un león, que no tiene por qué temer lo que está detrás de sus hombros. El impío huye del cruel perseguidor: su conciencia culpable. El justo cuando mira hacia detrás de sí no ve los pecados corriendo tras él, sino que contempla la bondad y la misericordia del Señor en su vida (Sal 23:6). La sabiduría tiene la capacidad de ofrecer estabilidad. Ejemplo: En un período de poco más de dos siglos, Israel (Reino del Norte) tuvo 9 dinastías, a causa de sus pecados. Cada nueva dinastía se inauguró con un asesinato. Por otro lado, en tres siglos y medio, Judá, a causa de David, tuvo una sola dinastía. Si es repugnante que un rico oprima al pobre, lo que este versículo relata es casi inaceptable: un pobre oprime a otro en la misma situación. Es como la lluvia torrencial que, en lugar de ayudar, destruye hasta lo que ya estaba plantado (v.1-3).
2. Los impíos y los justos son enemigos, porque si alguna vez están de acuerdo entre sí, es porque el malvado se ha vuelto justo o el justo se ha vuelto malvado. La percepción de quienes caminan íntimamente con Dios es más aguda que la de otros. (1 Cor 2:15). La riqueza solo tiene valor con la justicia. El énfasis que se repite varias veces en el libro. Guardar los mandamientos de Dios es sabiduría, caminar con los forajidos es una vergüenza para el padre. El que vive de intereses es codicioso. En la Ley de Israel estaba permitido prestar y cobrar intereses, solo del extranjero (Deut 23:20). La familia misma no debe cobrar intereses (Deut 23:19, Lev. 25:36). Derek Kidner: "Sería como si un médico cobrara por tratar a sus propios hijos". Aquí dice que perderá sus ganancias con alguien más justo que él (v.4-8).
3. Los rituales religiosos solo irritan a Dios si no hay obediencia a sus mandamientos. David, por ejemplo, trajo escándalo y deshonra a su propia familia, provocando la muerte del recto Urías. Está claro que la referencia es a un hombre rico sin discernimiento. Los pobres que disciernen tienen la habilidad que Dios les ha dado para saber que un hombre tal rico es insensato y de ninguna manera lo envidiará. Hay razón para regocijarse cuando una persona justa toma el liderazgo, pero si es impío, este quedará solo, sin discípulos. Es injusto encubrir los pecados y, además, no hay éxito en la vida de quienes lo hacen. El versículo no trata sobre la confesión pública, sino el pecado es primera y exclusivamente contra Dios. Si hay una ofensa directa contra alguien, entonces la confesión se extiende. (Sal 32:1-4 y 1 Juan 1:9) (v. 9-13).
“Si el pecador no reconoce sus pecados; si los cubre y los justifica y se niega a ir a la luz de la Palabra de Dios, para que sus obras no sean reprobadas, no encontrará salvación. Dios nunca admitirá que un pecador, un alma no humillada, entre en su reino” (1).
4. Algunos buscan la felicidad, pero la sabiduría aquí no es buscar la felicidad, sino el temor del Señor. La felicidad es la consecuencia de esto (ver 1:7, despreciar el temor es contradecir la sabiduría). Los gobernantes codiciosos oprimen al pueblo con impuestos, pero los que no son codiciosos serán amados. Otra prudencia: no exoneres a nadie culpable de muerte. El fin de un asesino es la muerte, a menos que alguien lo detenga (lo cual está prohibido). Sin embargo, la pena de muerte debe ser aplicada por el gobierno establecido. Un oficial de policía del FBI dijo que es común que los criminales confiesen sus crímenes después de varios años (Selecciones). El crimen de asesinato está profundamente arraigado en la conciencia y el mismo culpable siente que necesita un castigo. El asesino merece la muerte y no debemos evitarlo. Su propia conciencia pide la muerte. Algunos gobiernos practican la pena capital, mientras que otros no. Cualquiera que sea la opinión de uno, la cuestión fundamental es esta: el gobierno es quien pone "manos" sobre el criminal y decide. El civil nunca toma tal decisión. Este es el único proverbio del libro que es prosa y no verso en rima (v.14-17).
5. "Caerá pronto" = "en uno", en el original. Es decir, los malvados caerán de un golpe. Combina con 29:1. Mientras que el diligente tiene abundancia de comida, el perezoso tiene una “abundancia” de pobreza. Uno está cubierto de bendiciones porque es fiel; otro piensa que estará cubierto de oro, pero será castigado. Algunos aceptan pequeños sobornos para dar falso testimonio. El caso es el de un juez que mira de frente, pero sus ojos son codiciosos. También fue el caso de los profetas pagados para profetizar el bien en contraste con los profetas de Dios (Ez 13:19). Una vez más, no es pecado ser rico, sino tener eso como el objetivo de la vida; aún más cuando se desea alcanzar ese objetivo muy rápidamente. Si la pobreza venidera es material, la pobreza interior seguramente la acompañará (v.18-22).
6. Depende de a quién regañó. Si fue a un sabio, ganarás una mayor amistad con él (9:8). Los elogios no siempre son verdaderos. Una práctica repugnante con justificaciones que no justifican ... Ver Mc 7:11 y 1 Ti 5:4,8. Una "justificación" moderna: "Soy heredero de los bienes de mis padres, así que solo estoy tomando por adelantado algo de esta herencia". Algunas versiones dicen "orgulloso de corazón", que es una interpretación del original "codicioso de corazón". Por tanto, el codicioso es orgulloso, pero la recompensa está en el que confía en el Señor para su sustento. Serás salvo de la locura. Andar en sabiduría según el versículo 25 es confiar en el Señor y no en tu propio corazón. Está claro que la sabiduría no se logra a través del esfuerzo propio, sino que proviene de Dios (v.23-26).
7. A diferencia del 22:9, tiene ojos malvados y, por tanto, no ve la necesidad de los demás. Para él no hay bendiciones, sino maldiciones. Los justos tienen más espacio cuando los malvados salen del poder (v.27-28).
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