martes, 23 de febrero de 2021

Isaías 34

 Capítulo 34: La indignación de Dios contra las naciones

 

1. El anuncio de Dios es para todas las naciones. Un día el mundo entero será juzgado. Esto sucederá al final de la historia con gobierno humano, es decir, al final de la tribulación. La indignación del Señor alcanzará su punto máximo o, al menos, el punto en el que decida poner fin a la historia del mundo tal como lo conocemos. Resolverá reinar a través de Jesucristo. Ninguna nación agradó a Dios, pero ¿por qué sólo las naciones que existían en aquel momento serán castigadas? Dios tiene sus planes y ejecutará su juicio. Sin embargo, el juicio individual será en el Lago de Fuego después del Gran Trono Blanco. Es cierto que Dios destinó a las naciones a la destrucción y la matanza, pero no tiene nada que ver con la predestinación para el juicio eterno, porque ninguna nación escapará. No es un juicio individual basado en la aceptación de Jesús como Salvador, sino un juicio universal de todas las naciones y gobiernos de la tierra, mostrando el fracaso de todos los gobiernos humanos y, sobre todo, del gobierno del Anticristo. La escena es fea, fétida y fría. Los muertos quedarán expuestos. Es una carnicería. Los elementos celestiales confirmarán el juicio de Dios (v.1-4).

 

“Evidentemente, el universo entero estará involucrado en este juicio. Los pecados de las naciones y la necesidad de la reacción divina afectarán a toda la creación ... El sol, la luna y las estrellas se marchitarán y caerán como uvas o higos (Mt 24:29, 2 Ped 3:10, Ap. 6:13-14). Esto también implica la destrucción del panteón de dioses que estos cuerpos celestes representan en el mundo antiguo”.[1]

 

2. La espada del Señor no es preparada en la tierra. No es la venganza de una nación más santa que otra, sino que es preparada en el cielo. La furia vendrá de Dios mismo y del Cordero. Edom sigue siendo un símbolo de las naciones pecadoras, ya que Edom formó una historia de enemistad contra el pueblo de Dios. El pequeño libro de Abdías describe el juicio de Dios contra Edom. Bosra era la capital de Edom. La matanza de las naciones será como un sacrificio agradable para Dios (v.5-7).

 

3. El plan de Dios en la tribulación es salvar a Israel. Es liberar a Sion. Esto es el verdadero sionismo. No sucederá por manos humanas, sino que Jesucristo mismo librará a Sión, que es Jerusalén. Por todo el sur de Israel habrá sangre, fuego y azufre. El juicio será definitivo contra los gobiernos terrenales. El profeta ilustra el vaciamiento de todo el sistema mundial al describir una tierra abandonada y animales salvajes en ella. Los nobles ya no gobernarán. La sede mundial del poder estará a merced de los animales y las malas hierbas. Los fantasmas del versículo 14 no son demonios ni seres del otro mundo. Son lilitas[2], en hebreo, y se refieren a búhos. Los sátiros son cabras. Los animales están tan cómodos que ponen sus huevos en la ciudad desolada. (N de T: Fantasmas y sátiros son palabras que aparecen en la traducción en Porgutués). El libro del Señor puede ser el Pentateuco que habla del juicio de Dios sobre los pueblos enemigos, pero también puede ser la Biblia entera, porque lo que Dios habla, Él cumple. Al final de la tribulación, las aves de rapiña participarán en este banquete, llamado en Apocalipsis 19.17, “Cena de Dios” (v. 8-17).

 

 

La indignación de Dios contra las naciones (Is 34)

1.  La indignación de Dios contra las naciones (v.1-4)

2. La espada del Señor embriagada en los cielos (v.5-7)

3. El vaciamiento de todo el sistema mundial (v.8-17)



[1] The Expository Notes of Dr. Constable – Is 34.1-4 - Dr. Constable's Bible Study Notes - Copyright 2012 by Dr. Thomas L. Constable (extraído de e-sword version 11.0.6 - 2016)

 

[2] En la Cabala y en el misticismo en general, Lilith es un demonio femenino que seduce a los hombres. Sería la primera mujer de Adán, pues según estas sectas, Adán tuvo otra mujer.

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