Capítulo 42: El siervo del Señor
1. Los temas de Isaías fueron de juicio, pero a partir del capítulo 40, la Persona de Jesucristo es exaltada como el gran ayudador y salvador de la nación de Israel. Él es la esperanza de Israel y de toda la tierra. El Padre eligió al Hijo, Jesús, y el Espíritu fue colocado sobre Él. Aquí tenemos la enseñanza de la Trinidad. Jesús leyó este texto y se identificó ante la nación como el elegido por Dios (ver Mateo 12:18-21). El Siervo del Señor vino a salvar. No terminará de destruir a aquel que ya está destruido. Su ministerio no consistió en gritar en la plaza, sino en consolar silenciosamente al corazón afligido. El ministerio de Jesús está dirigido a todo el mundo (v.1-4).
2. El amor de Dios por la humanidad es del tamaño de todo el universo, es decir, no se puede medir. Da vida a todos como una forma de gracia. A algunos les gusta separar la gracia común de la gracia eficaz. Todos reciben la gracia del Siervo del Señor, pero necesitan tener más que esto, la salvación completa de sus pecados. La nación de Israel tuvo la justicia, la protección y la salvación para convertirse en una nación que anunciaba la luz del Siervo del Señor, pero desafortunadamente no disfrutó de todos los beneficios de ser una nación elegida (v.5-6).
3. Sin embargo, el Siervo del Señor, el Mesías Jesús, cumplió su papel en la tierra. Autenticó con señales que era el elegido de Dios para la liberación del pueblo y la salvación de los pecadores. El sanó, liberó y salvó. Todo el que lea las Escrituras debe admitir que este texto habla del Señor Jesús, el Siervo del Señor. Él mismo leyó este texto y se identificó como el Mesías libertador. Dice que Su nombre es "Señor". En hebreo, la palabra es Jehová. Por tanto, no aceptar a Jesús como el verdadero Dios es herejía, es el espíritu del anticristo, como dice Juan en su epístola. El Mesías no transfiere su gloria a los ídolos. Por lo tanto, quien no lo acepta no tiene ningún tipo de salvación. Estas son buenas noticias. Quien viene a la luz necesita conocer a Jesús, el Siervo del Señor (v.7-9).
“El llamado de Dios y la habilitación del siervo sirvieron para capacitar al siervo para hacer la voluntad de Dios. Por lo tanto, Yahvé resume la tarea en la que asistirá al siervo. El propósito divino y la actuación del siervo se resumen en tres particularidades: 1) efectivamente un nuevo pacto para Israel (v.6c), 2) ser una luz para las naciones (v.6d), y 3) liberar a los prisioneros (v. .7)”.[1]
4. El Siervo del Señor merece toda la adoración en todo el mundo. La obra misionera no es un programa de ninguna iglesia, sino que es la propia vida de la Iglesia. Israel no pudo presenciar la gloria de Dios en el mundo. Nosotros, la Iglesia, tenemos la responsabilidad de avanzar en el anuncio de la salvación del Siervo del Señor. Un día vendrá el Siervo del Señor, pero ya no como siervo, sino como el gran Rey, vendrá valiente. Durante mucho tiempo estuvo en silencio. No gritó en las plazas, pero a Su venida vendrá con voces y gritos como los de quienes atacan al enemigo en la guerra. En su venida, destruirá la arrogancia de los incrédulos. Después de su oscura venida, trae salvación a los creyentes. Él los guiará por senderos rectos. La salvación de Israel está prometida, pero para los que creen. Los idólatras permanecerán en sus pecados (v.10-17).
5. El Siervo del Señor vino a salvar, pero los suyos lo rechazaron. Vendrá a establecer su reino. Hoy es el día de salvación para los incrédulos que actúan como sordos y ciegos. Ahora, el profeta trata a la nación de Israel como sierva de Dios. El siervo del Señor, Jesús, da la salvación, pero el siervo del Señor, Israel, no acepta la liberación de Dios. La ceguera y la sordera espirituales son peligrosas, ya que son decisiones tomadas en contra de Dios, porque en realidad, los ciegos y sordos ven y oyen solo lo que les agrada. Son deficiencias convenientes para apartarse de Dios (v.18-20).
6. La ley del Señor para ser magnificada debe acusar al pecador que no es justo. Cuanto más gloriosa es la Palabra de Dios, más reconoce el pecador que carece del Siervo del Señor. La incredulidad es una prisión que coloca al pecador en las cavernas más oscuras. El pecador es robado por Satanás y por el mundo. Por lo tanto, Jesús dijo que cuando conocemos la verdad, esta nos libera. Israel ya ha sufrido mucho, pero no se dio cuenta de que era la misericordia del Señor tratando de alcanzarlo. En la tribulación será el último sufrimiento. Dos tercios de la nación perecerán. Esta vez, muchos se convertirán hasta el punto de que Pablo dice: “todo Israel será salvo” (v.21-25).
El siervo del Señor (Is 42)
1. El Siervo del Señor vino a salvar (v.1-9)
2. El Siervo del Señor merece toda alabanza (v.10-17)
3. El Siervo del Señor está siendo ignorado (v.18-25)
[1] Isaiah's Songs of the Servant, Part I: The Call of the Servant in Isaiah 42:1-9, pg. 24 - F. Duane Lindsey (Bibliotheca Sacra - January-March 1982)
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