Capítulo 43: Un pueblo amado por Dios
1. Quien crea que el Antiguo Testamento no es la parte de la Biblia que habla del amor de Dios, está muy equivocado acerca de la Palabra y el carácter de Dios. Dios amaba al pueblo de Israel y también estaba dispuesto a salvar a todos, incluso si no eran de la nación de Israel, pero, para obtener la salvación, debían abrazar la doctrina del pueblo escogido de Dios, demostrando la misma fe que los creyentes en Israel ejercieron. El relacionamiento con Israel es de creador, consolador, redentor y protector. No importa cuáles sean los peligros, Dios siempre protegerá a Israel. Los enemigos poderosos de Israel son entregados a enemigos más fuertes que aún no han sido rescatados (v.1-3).
“… Isaías 40-55, en su conjunto, es un libro de optimismo, de consuelo; en cierto sentido, es una respuesta masiva a las oraciones de la comunidad exiliada. Todo el remanente estaba viendo al Señor desplegar su respuesta en la historia ".[1]
2. El Señor hace todo esto por Israel al considerar a la nación preciosa, digna de honor. Él tiene a todos los pueblos en sus manos, por lo que es capaz de renunciar a las naciones para tener a Israel a salvo. La promesa del recogimiento de Israel aún no se ha cumplido y Él lo hará porque lo prometió. La insistencia del amor de Dios por Israel ilustra muy bien la verdad de su amor por todos los salvos en Cristo Jesús. Nadie ni nada nos separará de Su amor por nosotros (v.4-7).
3. Lo impresionante del amor de Dios por Israel y por nosotros es que no lo merecemos. Israel es el pueblo ciego y sordo. Dios ama a Israel porque así lo quiso. Todas las naciones son testigos de que Israel es el pueblo elegido por Dios. No hay dios que elija y ame a un pueblo, pero el Dios verdadero eligió a Israel y lo amó, todavía lo ama y siempre lo amará. No hay salvador para Israel ni para ningún pecador, fuera de la Persona de Dios, Jesucristo. Este Dios poderoso actúa sin la ayuda de nadie. Si actúa salvando y protegiendo, nadie podrá detenerlo (v. 8-13).
4. Babilonia se convirtió en la opresora de Israel, conocido en ese momento como Judá, sin embargo, debido a que amaba a Judá, envió a los gobiernos aliados medos y persas para conquistar a Babilonia y liberar a Israel. Dios es el Creador y el Rey de Israel, por lo que nadie puede gobernar a Israel. Todos los ejércitos opresores y liberadores, en el caso de Media y Persia, ya no existen. Eran solo instrumentos de disciplina y rescate de Israel. El interés de Dios está en Israel (v.14-18).
5. Dios quiere hacer las cosas totalmente nuevas para la nación de Israel. Todo pasará e Israel será restaurado, junto con la geografía, climatología, fauna, flora y política de la nación. El Señor hará que sea fácil para la nación alabar al Señor sin obstáculos (v.19-21).
6. A pesar de todas las demostraciones del amor de Dios, la nación permaneció indiferente al Señor. La nación no lo busca y hasta se ha cansado del Señor. Hay muchos ateos entre los judíos de hoy. La reciproca es verdadera. Dios también se cansó de Israel, porque la nación le dio mucho trabajo al Señor debido a sus pecados. Sin embargo, el amor de Dios superó el cansancio y la indiferencia de Israel. El Señor perdonó a Israel. De nada sirve que Israel trate de justificarse ante Dios, porque Él siempre tiene la razón. La nación ha estado pecando desde sus antepasados. El método de Dios para alcanzar a la rebelde nación de Israel fue y sigue siendo el sufrimiento. La aflicción de Israel se volverá insoportable en la tribulación, y entonces la salvación será nacional (v. 22-28).
Un pueblo amado por Dios (Is 43)
1. Un pueblo de Dios precioso, honorable y amado (v.1-13)
2. Un pueblo creado y redimido por Dios (v.14-21)
3. Un pueblo perdonado por Dios (v.22-28)
[1] Literary Genres in Isaiah 40-55, part 2, pg. 156 - Eugene H. Merrill (Copyright 1997 by Dallas Theological Seminary and Galaxie Software)
No hay comentarios:
Publicar un comentario