Capítulo 57: Idolatría nacional y arrepentimiento
1. La idolatría es un pecado que causa dependencia y es insaciable, porque no hay fidelidad del idólatra, ya que siempre se mueve en su adoración y hace promesas a tantos ídolos que engañosamente piensa que son de ayuda en tiempos de angustia. Bienaventurado el justo que perece sin ver su vida envuelta en idolatría. En la tribulación, los justos serán quitados antes de que venga el mal. Las personas no sienten falta del justo. Es incluso un alivio para los pecadores no tener al justo para incriminarlos en su conciencia (v.1-2).
2. El pecador se rebaja al nivel más grosero de idolatría. Dios ve todo tipo de brujería, idolatría, cultos y rituales espiritistas y otras formas religiosas, que no sean la adoración al único Dios verdadero, como prostitución espiritual. Toda la curiosidad por el futuro y la búsqueda de respuestas en el presagio son un error. Los idólatras hacen chascos, es decir, bromas. Se burlan mostrando la lengua. La lujuria no es solo espiritual, sino carnal, ya que las sectas siempre están involucradas en escándalos sexuales. Los cultos paganos incluyen la práctica de la prostitución, llamada prostitución de culto. Las orgías se practicaban detrás de arbustos o de grandes árboles. El sacrificio humano también es una práctica monstruosa, pero común en los días de los reyes de Israel. Las culturas de todo el mundo promueven rituales con bebidas y comida para los dioses. Todo tipo de ofrendas en dinero, comida, bebidas, objetos, animales e incluso seres humanos son aceptadas por los falsos dioses, de hecho, el diablo y los demonios (v. 3-7).
3. Los símbolos eróticos están esparcidos por todas las culturas. Los obeliscos, por ejemplo, son representaciones sexuales masculinas de adoración. Las llamadas higas provienen de la expresión "mano-higa", que en italiano es la mano femenina y el órgano genital. Nos sorprendería la cantidad de objetos que funcionan como símbolos eróticos idealizados y fabricados por mentes impuras. Mucho dinero está involucrado en la idolatría. Las búsquedas, aunque inútiles y fatigosas, continúan en peregrinaciones, peligrosas travesías por salud, feriados y extensos programas y festividades para engañar a los simpatizantes. Los gobiernos de algunos países aprovechan y mantienen días festivos y fiestas para anestesiar a la gente que tiene problemas reales. Toda idolatría es una forma de ignorar y anular al Dios verdadero ante quien la gente sabe que debe rendir cuentas. Dios calla, dejando al mundo en su idolatría, por eso, el sentimiento de que los ídolos son inofensivos y que incluso hacen el bien. En el día del juicio, los ídolos no sacarán provecho de nada (v. 8-13).
4. Hay un camino diferente al de la idolatría, pero es a través de la contrición, el arrepentimiento, que es el cambio de mentalidad y la aceptación de la salvación de Dios en la manera suya. En primer lugar, es necesario reconocer la santidad de Dios. Él es el creador soberano, pero al mismo tiempo es Aquel que está cerca de los contritos para dar la salvación. Si Dios no le diera al hombre la oportunidad de conocerlo, no tendría ninguna posibilidad de ser salvo. La revelación de Dios incluye la naturaleza, la conciencia, la Biblia y la máxima revelación que es la Persona de Jesucristo. Sin embargo, el pecador rechaza la menor de las revelaciones de Dios, convirtiendo a la criatura en un dios y haciendo, en su mente insensata, que el Dios verdadero sea alguna criatura (v.14-16).
“El orgullo y la justicia propia de los judíos fueron la piedra de tropiezo para su reconocimiento de Cristo. La contrición de Israel en los últimos días se encontrará con la interposición de Dios en su favor. Por lo tanto, su auto-humillación, en Is 62:.2, 5, 10, etc., precederá a su prosperidad final (Zac 12:6, 10-14); probablemente habrá un período previo de incredulidad, incluso después de su regreso (Zac 12:8,9) ”.[1]
5. Siendo que el hombre se volvió rebelde, Dios lo dejó caminar en sus propias malas decisiones. Esto encaja perfectamente con Romanos 1:18-32. La salvación del hombre consiste en reconocer su pecado y aceptar la salvación en Cristo Jesús, revelada en la Palabra de Dios. La salvación está disponible para todos los pueblos, por lo que los predicadores deben buscar a los perdidos dondequiera que estén. Los rebeldes decididamente continuarán echando su maldad sobre sí mismos y nunca encontrarán la paz que solo se puede obtener en la Persona de Jesucristo, el Salvador (v.17-21).
Idolatría nacional y arrepentimiento (Is 57)
1. Idolatría nacional (v.1-13)
2. Arrepentimiento y salvación de los contritos (v.14-21)
[1] Jamieson, Fausset and Brown Commentary - A Commentary, Critical and Explanatory, on the Old and New Testaments – Is 57.15 - Rev. Robert Jamieson - Published in 1871; public domain (extraído de e-sword version 11.0.6 - 2016)
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