Capítulo 34: Sedequías y la esclavitud
El rey Sedequías agarró el "hierro caliente" y vio al pueblo de Judá ir al cautiverio. La promesa para él fue de descanso y honor en su funeral, pero la rebeldía al rendirse al rey de Babilonia solo traería vergüenza y espada contra él. En ese caso, dejarse llevar cautivo era ser honrado por Dios. El plan para liberar a los esclavos fue sabio, aunque demorado. La nación no hace mucho que obedeció la ley de Dios del año del Jubileo y los años fuera de la tierra. Fueron 490 años, lo que equivale a setenta veces siete, el número de años de cautiverio. Aunque el plan de liberación fue sabio, la situación empeoró pues cambiaron de idea. Así como el faraón que dejaba salir al pueblo, pero cambiaba de opinión y volvía a esclavizarlo. Es muy difícil renunciar a lo que nos trae beneficio y satisfacción, pero la obediencia a Dios debe vencer estos deseos pecaminosos. La consecuencia de la esclavitud fue el cautiverio y encarcelamiento de Sedequías (v.1-22).
"Era el 588 a.C, y el ejército de Nabucodonosor estaba conquistando con éxito el reino de Judá. Las dos últimas ciudades fortificadas estaban a punto de caer: Laquis, a unos veintisiete kilómetros de Jerusalén, y Azeca, a poco menos de treinta kilómetros de Jerusalén (Jer. 34:7). Nabucodonosor no solo trajo a sus tropas invencibles de Babilonia, sino que también ordenó a las naciones vasallas que había conquistado que enviaran algunos soldados. En cierto modo, todo el Cercano Oriente estaba atacando al pueblo escogido de Dios (Sal 74)”.[1]
La verdad prevalece en tiempos de angustia (Jr 31-34)
1. La verdad del amor de Dios (31:1-5)
2. La verdad del consuelo (31:15-17,25-26)
3. La verdad de que Israel no será abandonado (31:31,33,36)
4. La verdad de que Israel regresará a su tierra (32:7-8,14-15,37-38,44)
5. La verdad de la paz de Dios (33:3, 6, 8, 11, 15, 17, 26)
6. La verdad del juicio de Dios (34:2-3,21-22)
[1] Comentário Bíblico Expositivo do VT, Vol. 4, pg. 160 – Jr 34– Warren W. Wiersbe (Editora Geográfica – 1ª edição 2006)
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