viernes, 2 de abril de 2021

Isaías 46

 Capítulo 46: Egipto es avergonzado ante Babilonia

 

1. Jeremías menciona lo que se conoce como la famosa batalla de Carquemis donde Egipto pierde ante Babilonia. Los valientes de Egipto se vuelven cobardes, tal es la fuerza bruta de Babilonia. En la huida tropezaron y cayeron y nada servía como escape. El profeta compara el ejército de Egipto con su río más importante, el Nilo. Como si el Nilo se estuviera desbordando, el ejército llegó en gran número a Carquemis cerca del Éufrates. Era el día de la venganza de Dios contra los aliados de Judá. El profeta también menciona a Galaad, la ciudad de Israel famosa por los bálsamos que producía para las heridas. Sin embargo, no hay remedio para Egipto. El valiente tropezó con el valiente y los dos cayeron, es decir, Egipto y sus aliados etíopes, lidios y los de Put (v.1-12).

 

2. El temible Nabucodonosor destruiría a Egipto en Carquemis y todas las ciudades serían previamente avisadas por el profeta. “Tu fortaleza” el ídolo Apis, en forma de toro, no pudo sostener a Egipto de esta destrucción. Algunos tropezaron con otros para liberar sus vidas de esa batalla. El faraón sería destruido a pesar de toda su apariencia de poder. Egipto podía parecer una hermosa novilla, pero vendría su destrucción. Babilonia, al norte, es de donde viene la destrucción. El hacha está colocada en el árbol. Los valientes huyen. Una alusión a las plagas de Egipto son las langostas. El ejército caldeo vendría a Carquemis como insectos devoradores. Dios mismo revela que hará como en los días antiguos, sin duda una mención de la gran liberación del pueblo de Israel por manos de Moisés (v.13-26).

 

“Con extraordinaria clarividencia, Jeremías vio que la derrota de Carquemis dejaba a Egipto abierto a invasiones ulteriores [futuras, posteriores]. Detrás de la caída de Egipto, en suelo extranjero y no solo en su tierra, Jeremías veía la voluntad y la mano de Dios ”.[1]

 

3. Finalmente, al final de esta profecía de la batalla de Carquemis, hay una esperanza para Judá, aunque antes Dios predijo la destrucción de Judá, ahora da nueva esperanza. El amor de Dios es inconmensurable, por eso tiene compasión de la nación rebelde. Dios no acabará con Judá, sino que le dará una justa medida de disciplina (v.27-28).

 

4. La batalla de Carquemis nos enseña que los poderosos han caído ante el Señor.

 

1) Los valientes se vuelven temerosos ante la disciplina de Dios.

2) Personas llenas de determinación parecen un río en la inundación, pero se vacían ante la poderosa mano de Dios.

3) Ni la ciudad de las medicinas, Galaad, puede curar la herida dejada por Dios.

4) Los valientes terminan tropezando consigo mismos. La búsqueda de la fuerza en el hombre no nos mantiene en pie.

5) El Toro en el que confiamos no nos mantendrá de pie ante el Señor.

6) A veces aparentamos como el faraón. Prometemos mucho, pero no obtenemos nada.

7) Tábanos y langostas contra hermosas novillas. Las pequeñas cosas de Dios quitan los planes de arrogancia.

8) Dios nunca despreciará a sus siervos. El creyente siempre vivirá con seguridad.



[1] Novo Comentário da Bíblia, pg. 90 – Jr 46.13-26 (Editado pelo Prof. F. Davidson, MA,DD. Editado em Português pelo Rev. D. Russell P.Shedd, MA, BD, PhD – Edições Vida Nova – São Paulo – SP – 2000)

 

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