miércoles, 19 de mayo de 2021

Amós 2

Capítulo 2: Opresión, idolatría y otros males de la sociedad

Amós continúa con las predicciones del castigo, mostrando cuál fue el pecado de las naciones. Ante Dios, todos nosotros tenemos los mismos vicios, pasiones y maldades. Por causa de Cristo Jesús, nosotros, los creyentes de la Iglesia, no estamos condenados con el mundo, pero Su justicia permanece igual y, en el tiempo que Él determine, el mundo recibirá la justa ira. Cada uno, individualmente, no salvo, también recibirá la merecida condenación eterna. Judá cedió a la mentira y rechazó la Palabra de Dios. Hubo una perversión de la justicia que vendía a un esclavo por el precio de un par de sandalias. Se denunció la perversión sexual de padre e hijo relacionándose con la misma mujer. La idolatría y la borrachera son pecados comunes en todas las sociedades y aquí son cultos acompañados de orgías. La profanación de las cosas santas, por ejemplo, el desprecio por el evangelio y la Palabra de Dios, en nuestros días. En la época de Amós, estaban ofreciendo vino a los nazareos, quienes estaban consagrados para alejarse del fruto de la vid. También impedían que los profetas hablasen la Palabra de Dios (v.1-16).

 

“Las profecías contra las naciones vecinas llevaron a profecías contra Israel. Las predicciones punitivas del profeta contra las naciones circundantes probablemente despertaron la simpatía de sus compañeros judíos, al menos al principio ".[1]



[1] Comentário Bíblico Moody, pg. 8 – Am 2.4-5 – (Editado por Charles F. Pfeiffer – Imprensa Batista Regular 4ª impressão 2001)

 

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