Capítulo 4: Limpieza de dientes y falta de arrepentimiento.
Las mujeres mimadas por sus maridos se llaman vacas. Término apropiado con la profesión de Amós, un boyero. Las mujeres israelíes estaban acostumbradas a sus fiestas regadas de bebidas. ¿De dónde sacarían dinero en un momento difícil? De los pobres. A pesar de esto, todavía mantenían una religiosidad, pero era totalmente vacía e irritante para Dios. Debido a esto, Dios les daría limpieza de dientes. En un momento, surgió una extraña doctrina en Brasil. Lo llamaron "diente de oro" basado en Amos 4:6. Decían que Dios haría que aparecieran arreglos de oro en los dientes como señal y promesa de prosperidad material. El contexto es totalmente diferente. Los dientes limpios son dientes que, debido a la escasez de alimentos, no se ensucian. Ni siquiera con la falta de comida, los malvados se convirtieron de sus malos caminos. Vinieron otras aflicciones, pero tampoco se convirtieron. Amós les advierte que se preparen, porque se encontrarían con Dios en el juicio (v.1-13).
“Lo que se logra mediante la extorsión se suele utilizar para proveer a la carne y satisfacer sus lujurias. Lo que se logra mediante la opresión no se puede disfrutar con satisfacción. ¡Cuán miserables son aquellos cuya confianza está en la obediencia a actitudes contrarias a la guía bíblica. ¡Ellos solo prueban que creen en mentiras! Cuidemos que nuestra fe, esperanza y adoración estén respaldadas por la Palabra divina”.[1]
[1]Comentário Bíblico de Matthew Henry, pg. 4 – Am 4.1-5 (Casa Publicadora das Assembleias de Deus - 3ª Edição - 2003)
[1]Comentário Bíblico de Matthew Henry, pg. 4 – Am 4.1-5 (Casa Publicadora das Assembleias de Deus - 3ª Edição - 2003)
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