Capítulo 35: Profecía contra el monte de Seir
1. El monte de Seir es Edom, una nación cuyo odio aumentó contra Israel. El Salmo 137 describe la venganza contra Edom. El libro del profeta Abdías relata la caída de la nación que entregó a Judá a Babilonia. La ciudad de Petra es un ejemplo de demostración del cumplimiento de la profecía. Los documentales sobre esta ciudad muestran el desierto en que se ha convertido. Tantos santuarios esculpidos en las rocas, pero abandonados. La enemistad hacia nuestro prójimo puede dejarnos áridos (desiertos y secos). Cristo nos llamó a amar a nuestros enemigos. El que vive de sangre acabará sangrado. El que vive de enemistades terminará, como mínimo, sin amigos (v.1-9).
“Él haría esto porque los edomitas han sido enemigos de los israelitas a lo largo de su historia (cf. 25.12, Gen. 12.3). Además, no ayudaron a sus hermanos en tiempos de calamidad, cuando Dios castigaba a Israel, sino que entregan a Israel a sus enemigos, los babilonios (cf. 2 Crónicas 20.10, Sal 137.7, Lm 4.21-22)”.[1]
2. La codicia está muy ligada a la envidia. Edom se quiso aprovechar del cautiverio de Israel y Judá, pero no quedó con ninguna de las dos divisiones de la nación. Por el contrario, corrió la misma suerte que Judá, siendo capturada por Babilonia a quien ayudó. Edom quería un territorio porque Judá e Israel ya no estaban allí, pero se olvidó de que el Señor estaba. Regocijarse en la miseria de otros y aún desear el botín de la caída de otros es bastante típico de los incrédulos. En trabajos, escuelas e incluso en seminarios e iglesias, hay personas que están ansiosas por puestos y por eso incluso quieren la caída del otro. En casos más evidentes, los despojadores incluso hacen que el otro caiga. Que nosotros, como creyentes, no tengamos tal actitud. Considerar a los demás como superiores a nosotros es lo que nos manda la Biblia (v.10-15).
[1] Notes on Ezekiel, pg. 179 – Ez 35.5 - Dr. Thomas L. Constable (Published by Sonic Light - 2014 Edition)
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