Mateo 3

Capítulo 3: Juan el Bautista y el bautismo de Jesús

 

1. El mensaje de Juan fue el anuncio del reino de Dios que es del cielo viniendo a la tierra, pero que fue pospuesto debido al rechazo de los judíos. La ropa de Juan era similar a la del profeta Elías y la alimentación era permitida (Levítico 11:22). El bautismo era realizado por los judíos para los prosélitos, pero Juan invita a los judíos a aceptar el mensaje de la venida del Mesías. Para ello, necesitaban cambiar de opinión, es decir, no bastaba con ser hijos de Abraham, necesitaban obedecer a Dios. Los fariseos y saduceos eran religiosos y guardaban las tradiciones y reglas de su propia creación. Los saduceos no creían en la resurrección, los ángeles y los espíritus. Juan profetiza sobre el bautismo de fuego y el Espíritu, es decir, Pentecostés y juicio sobre los que no creen (v.1-12).

 

"Juan predicó la doctrina del arrepentimiento: 'Arrepentíos'. La palabra usada aquí implica un cambio total en la forma de pensar: un cambio de juicio, disposición y afectos, una inclinación diferente y mejor del alma. Consideren sus caminos, cambien sus pensamientos; si pensaron mal, piensen de nuevo y piensen bien. Los verdaderos penitentes tienen pensamientos; de Dios y de Cristo, del pecado y de la santidad, de este mundo y del próximo, diferente a lo que tenían antes. Cambiar el pensamiento produce un cambio de rumbo. Este es el arrepentimiento del que habla el Evangelio, que se produce al ver a Cristo, al sentir su amor y la esperanza del perdón por él. Es un gran estímulo para nosotros arrepentirnos; arrepiéntete porque tus pecados serán perdonados si te arrepientes. Vuélvete a Dios por el camino del deber, y Él por medio de Cristo se volverá a ti por el camino de la misericordia ".[1]

 

2. El bautismo de Cristo no fue para reconocer su pecado, porque Él no es pecador, sino para identificarse con los pecadores. Estuvo totalmente de acuerdo con el mensaje de Juan el Bautista. La Trinidad no puede ignorarse en el bautismo de Jesús. La paloma es un símbolo de pureza. La voz de Dios se escucha aquí y en 17:5 y Juan 12:28 (v.13-17).

 

 

 

 

Qué se espera de un llamado a la obra de Jesús (propagador, misionero) (Mt 3)

 

1. Que él predique la Palabra (v.1)

2. Que él invite a personas a arrepentirse de sus pecados (v.2)

3. Que él prepare, alise, enderece el camino del Señor en este mundo (v.3)

4. Que él cultive un estilo de vida sencillo (v.4)

5. Que él tenga personas que quieran escucharlo (v.5)

6. Que él participe en la conversión de algunos en su camino (v.6)

7. Que él confronte a los pecadores (v.7-10)

8. Que él exalte a Jesús más allá de su propia vida (v.11-17)

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[1] Comentário Bíblico de Matthew Henry – Mt 3.1-6 (Casa Publicadora das Assembleias de Deus - 3ª Edição - 2003)