Capítulo 4: La tentación, los discípulos y las sanidades
1. Queda claro que Cristo no pudo pecar, porque no era simplemente un hombre que no pecaba, sino que es Dios mismo. La esencia de Cristo es más que la ausencia de pecado, sino que su esencia es la santidad misma. La segunda tentación del Diablo fue una tergiversación del Salmo 91:11-12. La defensa de Jesús ante Satanás fue la Palabra de Dios (Deuteronomio 8:3, 6:16 y 6:13). El servicio de los ángeles después de la tentación fue ciertamente una comida abundante (v.1-11).
“El sentido más obvio de este pasaje, con sus paralelos, es que fue una experiencia verdaderamente histórica. Las opiniones que niegan esto no disminuyen las dificultades de interpretación. Las diversas pruebas estaban dirigidas contra la naturaleza humana de Jesús, y él resistió en ese ámbito. Sin embargo, la perfecta unión de las naturalezas divina y humana en su persona hizo que el resultado fuese ese, porque Dios nunca peca. Pero eso de ninguna manera disminuyó la fuerza del ataque ".[1]
2. Las persecuciones contra el Señor Jesús comenzarían con el arresto de Juan. La residencia de Jesús pasa a ser en Capernaum hasta el final de Su ministerio en la tierra. El mensaje de Jesús era el mismo que el de Juan. El rey ofreció el reino, pero los judíos lo rechazaron y, por lo tanto, el reino de Dios está ahora en el corazón de los salvos que esperan el reino milenial que está guardado en el cielo esperando la segunda venida de Cristo. Los discípulos estaban listos para el llamado de Jesús (v. 12-22).
3. Jesús predicó el evangelio del reino, es decir, el reino de los cielos en la tierra. Este evangelio será predicado nuevamente en la Tribulación (Mateo 24:14). La Iglesia predica el evangelio de la gracia, señalando la obra de Cristo en la cruz (pasado). El evangelio del reino apunta al establecimiento del reinado de David y Cristo (futuro). Las sanidades y las señales son la atracción para el reino terrenal (Isaías 35:4-6, Mateo 11:2-6), las bendiciones celestiales son la promesa para la Iglesia (v.23-25).
Jesús tornándose conocido (Mt 4)
1. Conocido por Satanás como hombre (v.1-11)
2. Conocido en Galilea como la luz de los pueblos (v.12-17)
3. Conocido por los discípulos como Maestro (v.18-22)
4. Conocido por las multitudes como el que sana (v.23-25)
[1] Comentário Bíblico Moody – pg. 16 – Mt 4.1-11 (Editado por Charles F. Pfeiffer – Imprensa Batista Regular 4ª impressão 2001)
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