Capítulo 1: Tratado de Lucas a Teófilo. La Ascensión de Cristo. Los discípulos en oración y la elección de Matías.
1. El primer libro que escribió Lucas fue el Evangelio. Por tanto, el primer tratado al que se refiere Lucas es el primer volumen de la obra: el Evangelio. No sabemos exactamente si Teófilo era un pagano que quería información, un creyente al que se le estaba enseñando, o alguien que se convirtió con la exposición escrita del Evangelio de Lucas, y ahora, ya era un creyente al leer Hechos. En Lucas 1:3 se trata como "Excelentísimo" y en Hechos el tratamiento es menos formal. Lucas era de la alta sociedad, así que no nos sorprende que tenga amigos así. El título “excelentísimo” sugiere la ocupación de algún cargo administrativo en el gobierno romano, un oficial. Hechos es la continuación de la obra y la enseñanza de Jesús. Ahora, en la Persona del Espíritu Santo, y también, por las personas que Él usa. Cuando se dice que Jesús “comenzó” a hacer, lógicamente se refiere a Su ministerio en la tierra, ya que en la eternidad nunca tuvo un principio y nunca tendrá un final (v.1).
2. Jesús enseñó hasta la Ascensión, a partir de entonces el Espíritu Santo continuó la obra y la enseñanza de Jesús. El Espíritu Santo solo vendría después de que Jesús dejara el mundo. Vemos, entonces, que Hechos presta gran atención al Espíritu Santo. Los mandamientos que Jesús dejó se conocen como la Gran Comisión. Los apóstoles son los doce, un título general, ya que eran once en ese momento (v.2).
3. El énfasis es que Jesús apareció vivo y no como un espíritu incorpóreo. La Ascensión fue el cuadragésimo día después de la resurrección de Cristo. No debemos pensar que en los intervalos en los que no apareció en la tierra, estuvo limitado a este mundo físico-terrestre. Entre Pascua y Pentecostés había un intervalo de 50 días y no 40, por lo que hubo 10 días de espera para que descendiera el Espíritu Santo, mientras los discípulos esperaban en oración. La Biblia informa 17 apariciones de Jesús en la tierra, formando un conjunto de “pruebas indubitables” (v.3).
4. Cristo mandó a los discípulos que permanecieran en Jerusalén (Lc 24:30-49). Se entiende, por tanto, que la promesa llegó 10 días después de la Ascensión, cuando sería Pentecostés. La promesa de Joel 2:28 confirmada por el Hijo en Juan 7:38 y los capítulos 14-16 (v.4).
5. Según la predicación de Juan el Bautista (Mc 1:18). El prosélito era bautizado en agua. Juan bautizó a los judíos que creían en la venida del Mesías. El bautismo fue una preparación para su venida. El bautismo ahora sería la morada del Espíritu Santo en los corazones de los creyentes. Serían bautizados poco después del Día de la Ascensión (10 días después). El bautismo con fuego significa juicio, es lo mismo que condenación, porque el fin es el Lago de Fuego y quien “bautizará” será el Juez Recto, el Señor Jesús. Por lo tanto, “el hacha está puesta a la raíz de los árboles”, es decir, el juicio está cerca (v.5).
6. Debemos recordar que es apenas el relato de lo que sucedió hace unos 30 años (desde la época en que Lucas relató a Teófilo). Mientras comían con Jesús, los discípulos le preguntaron sobre el tan esperado día de la restauración del reino de Israel, ya que en el ministerio de Jesús en la tierra esto no sucedió. Este reino es uno de restauración universal y aún no ha sucedido. En este espacio, el plan actual es la Iglesia. El reino no se estableció porque los judíos rechazaron a Jesús como el verdadero Cristo (Mesías), sin embargo, el Dios Soberano ya sabía esto y el plan, llamado Iglesia, era un misterio para todos los profetas del Antiguo Testamento, incluido Juan el Bautista, quien fue el último. profeta del Antiguo Testamento (v.6).
7. Jesús no tomó tiempo para corregirlos de su concepto erróneo del "reino". Se limitó a decir que este asunto pertenece al Padre. Es secreto del Padre y no le corresponde al hombre intentar descubrirlo o especular. Esto no quiere decir que Dios se olvidó de la nación de Israel. En Romanos 11:25 dice que todo Israel será salvo (v.7).
8. En lugar de preocuparse por los tiempos, Jesús dice que cuando reciban la promesa del Espíritu Santo, tendrán mucho trabajo por hacer. Esta es la Gran Comisión. El trabajo debe realizarse simultáneamente en todo el mundo y no alcanzar un lugar por completo y solo entonces proceder a otro lugar. Esta enseñanza se ve en las expresiones “tanto en” como en “como en” (v.8).
9. Lc 24:50-51. No fue un arrebatamiento, es decir, una retirada abrupta, sino un ascenso gradual mientras hablaba, hasta que una nube sobrenatural lo ocultó y no lo vieron más. Jesús entró al cielo con el cuerpo glorificado, que ya tenía desde la resurrección, así también, el creyente entrará al cielo con su propio cuerpo, solo que en la semejanza de Jesús, glorificado (v.9).
10. Los dos varones eran ángeles, ver Lucas 2:9, 22:43, Mt 28:2-3. Túnicas blancas, que significan pureza, santidad y gloria celestial. Ahora podrían entender mejor Juan 14:1-3. Allí mismo, en aquel monte, Jesús regresará (Zacarías 14:4) (v.10-11).
11. Camino de un día de reposo era la expresión judía para indicar 1200 metros, la distancia permitida para un viaje en ese día, nada indica que la Ascensión fue en el día de reposo. La Ascensión fue en las cercanías de Jerusalén. En Lc 24:52-53, dice que regresaron a Jerusalén con alegría, ciertamente esperando el Espíritu Santo. Este monte tiene cuatro picos, por lo que no se conoce la ubicación exacta de la Ascensión (v.12).
12. En el aposento alto se reunían para orar. Probablemente allí celebraron la última Pascua con Jesús, y quizás allí se reunieron el día de Pentecostés, en la venida del Espíritu Santo. Aposento alto era la sala de estudio de un rabino en el último piso de una casa. Después de la muerte de Jesús, comenzaron a reunirse separadamente de la sociedad judía, aunque todavía participaban en las reuniones en el Templo con sus hermanos judíos de ascendencia y no de fe. Esperaron el descenso del Espíritu Santo en oración. También estaban las mujeres que fueron discípulas de Jesús, incluida María, la madre de Jesús, mencionada por última vez en el Nuevo Testamento. Los hermanos de Jesús se convirtieron (ver Juan 7: 5). Para otras listas de los 12, ver Mt 10:2, Marcos 3:16, Lucas 6:14. La ausencia de Judas Iscariote es triste, muestra que alguien puede desviarse de la verdad por amor al dinero y también que es posible que una persona no regenerada participe entre los creyentes, engañando y siendo engañado (v. 13-14).
13. Aunque temeroso y precipitado, Pedro a menudo se convirtió en un líder entre los apóstoles. Los 120 no son los únicos creyentes de la Iglesia Primitiva en ese momento, ya que sabemos que Jesús, antes de ascender al cielo, se apareció a 500 creyentes a la vez (1 Cor 15:6). Probablemente estos 120 estaban reunidos en el aposento alto. Estos creyentes frecuentaban el Templo, la sinagoga y el aposento alto, sin embargo, el aposento alto era un lugar de privacidad para ellos, ya que pensaban de manera diferente a sus hermanos hebreos sobre el Mesías (v.15).
14. El número debía ser doce, por lo que alguien necesitaba cubrir la vacante. La tragedia de Judas ya estaba prevista. ¿Por qué debería reemplazarse Judas? La razón es que Dios tenía un plan para que los 12 recibieran el Espíritu Santo. Judas fue reemplazado por su apostasía y no por su muerte. Jacobo fue asesinado (capítulo 12), pero no fue reemplazado. Otros murieron y no fueron reemplazados. Judas se ahorcó (Mt 27:5). Pedro es quien habla, sin embargo, en el verso 18 entre paréntesis, es Lucas el historiador. Los sacerdotes compraron la propiedad a nombre de Judas. Se convirtió en cementerio, según Mt 27:7 (v.16-20).
“Necesitamos recordar que, según Lucas, el Señor resucitado había abierto las Escrituras ante sus discípulos y también sus mentes para que pudiesen entenderlas. Como resultado, desde la resurrección en adelante, comenzaron a tener una comprensión diferente de cómo el Antiguo Testamento profetizaba los sufrimientos, la gloria, el rechazo y el reinado del Mesías. Y, animados por las explicaciones de Jesús durante los cincuenta días de espera, probablemente escudriñaron las Escrituras en busca de más luz. Sabemos que más tarde se recopilaron y pusieron en circulación varias listas de testimonios del Antiguo Testamento sobre el Mesías. Pero el proceso debe haber comenzado inmediatamente después de la resurrección ".[1]
15. Había requisitos para convertirse en apóstol. Debía ser testigo ocular de las obras, la vida, la muerte, la resurrección y la Ascensión de Cristo. El ministerio de Jesús comenzó con el bautismo de Juan, así que este era un requisito más. Así, para que alguien sea apóstol debía haber participado, sin interrupción e íntimamente, en los hechos que involucraron el ministerio de Jesús, desde el bautismo de Juan hasta la Ascensión de Cristo. De acuerdo con estos requisitos, el apóstol Pablo no era en realidad uno de los doce, sino como él mismo dijo “uno como nacido fuera de tiempo” (v.21-22).
16. No fue simplemente echada la suerte, sino que se hizo la selección de los calificados, y luego, sí, se echaron suertes. Por supuesto, debían tener no solo la calificación histórica de los hechos, sino una vida espiritual digna. Como todavía no tenían al Espíritu Santo en morada permanente, utilizaron el antiguo método judío de echar suertes. Sin embargo, antes oraron. Debemos entender que no fue un juego o una medida desesperada, sino la elección hecha por el mismo Jesús. Recuerde, fue el método de Dios (Josué 14:1-2, 1 Crónicas 25:8, Nehemías 11:1, Proverbios 16:33). Hoy, con la habitación permanente del Espíritu Santo, la Iglesia ya no necesita esto, como profetizó Jesús en Mt 16:18-19 (v.23-26).
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