Capítulo 22: La defensa de Pablo
En esta defensa, vemos que Pablo se benefició de ser ciudadano romano. Todos escucharon su defensa hasta que pronunció la última palabra: "gentiles". Este fue el detonante para aquellos judíos que ardían de rabia (v.22). Lanzar polvo al aire era una señal de ira y desprecio (v.23). El comandante quería saber si Pablo estaba escondiendo algo, así que lo hizo azotar para ver si confesaba (v.24). En ese momento era posible comprar la ciudadanía romana por una cantidad exorbitante, eso es lo que hizo Claudio Lisias (v.28). Sin embargo, Pablo nació libre, es decir, con ciudadanía romana. Quizás la compró su padre o algún antepasado de Pablo hizo algún alto servicio militar que, en este caso, era un regalo al igual que a sus descendientes. Nacer en una provincia romana no le daba derecho a ser ciudadano romano. El comandante liberó a Pablo no para el pueblo, sino para que el Sanedrín lo juzgara y le devolviera a él (v.1-30).
“La adquisición de la ciudadanía romana era una inversión. Bajo los primeros emperadores romanos, la ciudadanía se obtenía a un costo muy alto y con gran dificultad; más tarde se vendía por una cantidad insignificante ".[1]
[1] Word Studies in the New Testament – At 22.28 - Marvin R. Vincent, 1886 (extraído de e-sword version 12.0.1 – 2019)
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