Capítulo 5: El Libro Sellado con Siete Sellos
1. Este libro estaba en la mano derecha del Padre en el trono, indicando la
autoridad de lo que allí está escrito. Escrito por dentro y por fuera,
indicando que la revelación es completa. El sello es la marca de autoridad, siendo
que solo la Persona con autoridad puede abrirlo. La palabra para libro es
"Byblos", pero el formato es de rollo usado antiguamente. Veremos que
con cada sello quitado ocurren desgracias en el mundo. Es notable que la
pregunta viniera de un ángel fuerte, mostrando su incapacidad. ¿Qué había en
ese libro? Si el libro es tan importante, debe ser abierto, pero ¿por quién? Debajo
de la tierra, es decir, ni siquiera en el Hades, el mundo de los espíritus, alguien
podía abrir el libro. La incapacidad total se resume en la frase “ni aun mirarlo”,
es decir, al libro. ¿Por qué lloraba Juan? Porque quedar sin la revelación del
Señor es total desesperanza, siendo que a él se le prometió la revelación de
las cosas que deben suceder (v.1-4).
2. El anciano, uno de los 24, no leyó el contenido, pero sabía quién podía
abrir el libro. El Cristo debía venir del linaje de David, quien también es de
la tribu de Judá en cuanto a descendencia. Judá es el cachorro de león, Gn 49:9,
y el león es Cristo, es decir, el Rey (Is 11:1). Él venció a la muerte, a
Satanás y al pecado. De león se convirtió en cordero. Para ser victorioso,
Cristo se sometió a un sacrificio. Por las marcas que Jesús lleva en el cielo,
es fácil para Juan distinguir que él es el Cordero como inmolado. La victoria
no está en el rugido del león, sino en la debilidad del Cordero inmolado (1 Cor
1:18). El cuerno representa poder, los siete cuernos representan el poder
absoluto. Siete ojos que son los siete espíritus de Dios, enviados por toda la
tierra, son probablemente ángeles que serán enviados a la tierra, a disposición
del Cordero para causar el mal en el mundo, como castigo. Por lo tanto, los
siete espíritus aquí son diferentes de los del capítulo 1 que representan al
Espíritu Santo. Mientras toda la creación está en suspenso, el Cordero toma el
libro de la mano del Padre. Nadie podía ni siquiera mirar. Este Cordero puede
incluso venir ante el trono y tomar de la mano de Aquel que está sentado. Los
cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron ante el Cordero
con la misma adoración que rinden a Dios Padre (v.5-7).
3. A nuestro Dios le gusta la buena música, pero las oraciones de los
santos le agradan tanto como la música. Los santos pueden ser los perseguidos
de la Tribulación. Por lo tanto, al comienzo de la tribulación ya hay creyentes
perseguidos y martirizados (v.8). El tema es la redención. La muerte del
Cordero es motivo de alabanza en el cielo. El cántico es nuevo, pues por
primera vez en el Apocalipsis se dirige al Cordero. Por primera vez todas las
tribus, lenguas, pueblos y naciones se reúnen para la adoración universal. La
promesa de un reino en la tierra es también para los creyentes de la Iglesia y
no solo para los judíos. Los salvos de la Iglesia no solo serán espectadores,
sino participantes activos en la administración del reino (v.8-10).
4. El número de ángeles es incalculable para la capacidad humana. Los seres
vivientes no tienen trono. El tema de la alabanza es el mismo: la muerte del
Cordero. En Filipenses 2:10-11 se incluyen incluso los ángeles caídos, quienes
reconocerán el Señorío de Cristo, aunque no serán salvos. Los perdidos no se
arrepentirán de sus pecados en este culto universal, sino que reconocerán la
omnipotencia, soberanía y dignidad del Señor Jesucristo. Los cuatro seres
vivientes respondieron: “Amén”, confirmando todas las alabanzas. Así termina la
narración, aunque continúa la alabanza (v.11-14).
“Apocalipsis 5 presenta a Cristo como el
León-Cordero que es el único digno de iniciar la serie de juicios que quebrarán
el poder de la rebelión humana dirigida por Satanás. Cristo es el Dios-Hombre
que es digno de derramar la ira de Dios que someterá la tierra y someterá a
todo enemigo”.[1]
Dios no se olvida (Ap 5) 1. Dios no se olvida de los planes para el juicio futuro (v.1-3) 2. Dios no se olvida de consolar a sus siervos que aman la justicia
(v.4-5) 3. Dios no se olvida de las oraciones de los creyentes (v.6-8) 4. Dios no se olvida de los redimidos por la sangre del Cordero (v.9-10) 5. Dios no se olvida del Cordero y de sí mismo (v.11-14) |
La vida del creyente (Ap 1-5) 1. En las profecías de Jesús (1:3) 2. En el primogénito de entre los muertos, Jesús (1:5) 3. En el Alfa y Omega (1:8) 4. En el que vive (1:18) 5. En el amor de Jesús (2:4-5) 6. En la corona de la vida (2.10) 7. En la espada afilada (2:12,16) 8. En la estrella de la mañana (2:28) 9. En la Presencia de Dios (3:2) 10. En el Libro de la Vida (3:5) 11. En la perseverancia de Jesús (3:10) 12. En la Cena de Jesús (3:20) 13. En el Trono de Dios (4:2,5,10) 14. En el León de Judá (5:5) 15. En la Raíz de David (5:5) 16. En el Cordero que fue inmolado (5:6,8-9,12-13) |
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