Capítulo 12: La práctica del seguidor de Cristo
Los héroes de la fe en el
capítulo 11 testifican a favor o en contra de nosotros, pues aquellos imitaron
al Señor. El sufrimiento del seguidor de Cristo es poco comparado con el
sufrimiento del mismo Jesús. Dios ama a sus hijos y los corrige, porque es un
Padre celoso. El respeto por los padres terrenales es aceptable y más aún por
el Padre Celestial. La disciplina duele, pero tiene un objetivo justo. Tenemos
un Padre Celestial, por eso no nos desanimamos. La santificación es posicional,
práctica y futura. Somos santos, debemos actuar de manera santa. Solo en la
gloria dejaremos de pecar. El distanciamiento de la gracia perjudica la
santificación y produce creyentes amargados. El creyente que no se santifica ciertamente
llorará más tarde. Escuchar la Palabra de Dios era aterrador. Hoy, tenemos el
privilegio como Iglesia de escuchar la Palabra de Dios sin temor. Dios continúa
siendo el mismo fuego consumidor. Es peligroso no aceptar la Palabra de Dios
(v.1-29).
“No solo a los santos más
eminentes - la 'iglesia de los primogénitos' - sino a 'todos' los que fueron
hechos perfectos en el cielo. Ellos no solo se han unido con cristianos
imperfectos en la tierra, sino con aquellos que se han vuelto totalmente libres
del pecado y han sido admitidos en el reino de gloria. Esta es una
consideración que debería influir en la mente de todos los creyentes. Ahora
están unidos con 'todos' los redimidos en el cielo ".[1]
[1] Albert Barnes' Notes on the Bible (Albert Barnes (1798-1870) – extraído
de e-sword versão 10.3.0 – 2000-2004
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