Capítulo
32: El regreso de Jacob y su lucha con Dios
1. El camino de Jacob de regreso a casa
fue protegido y dirigido por Dios a través de sus ministros, los ángeles. Jacob
no olvidó su escape hace 20 años y, ciertamente, tampoco Esaú, por lo que Jacob
trató de idear un plan para apaciguar la ira de su hermano con regalos. Cuando
Jacob se enteró de que Esaú venía a su encuentro con sus 400 hombres, quedó
aterrorizado y estableció una estrategia de escape para perder poco (personas y
rebaños). Jacob recordó la promesa de protección de Dios, pero, recordar es lo
mismo confiar. Al igual que Jacob queriendo calmar la ira de su hermano, el
creyente sufre el mismo mal cuando trata de agradar a Dios por temor al
castigo, la falta de bendición o incluso querer que Dios lo ame más. Nuestro
Dios no necesita nuestros dones para amarnos o nuestros sacrificios para no
condenarnos. Nada puede separarnos del amor que es en Cristo Jesús, su Hijo (v.
1-21).
2. Una de las peleas más impresionantes y
desiguales sucede a continuación. Jacob, solo, trata de luchar contra Cristo
pre-encarnado. No era un ángel, sino Dios mismo en forma de ángel, el Ángel del
Señor. Jacob reconoció que él era Dios mismo. El Ángel aquí tiene el poder de
bendecir y el mismo Ángel dijo que Jacob luchó con Dios. La pelea le costó a
Jacob una distensión muscular en el muslo. Los judíos conocieron esta historia
y, al menos en aquella época, dejaron de comer la parte del animal
correspondiente a la distensión muscular
de Jacob. El nervio en el medio de su muslo. Peniel significa "cara a cara
con Dios". El nombre de Jacob se cambia a Israel, que significa "el
que tiene poder como príncipe de Dios" o simplemente "príncipe con
Dios". Jacob debía abandonar su conducta engañosa para ser un siervo
valioso de Dios. El Señor también quiere transformar nuestras vidas para ser
cada vez más como Cristo Jesús (v.21-32).
"Dios
no exigió esta observancia ritual en la ley mosaica, pero los descendientes de
Israel por su cuenta instituyeron la práctica, porque reconocieron la extrema importancia
de esta experiencia para Jacob y para ellos mismos".[1]
Reconciliación
en los relacionamientos
(Génesis
32: 1-21)
1. Miedo (v.1-8)
2. Oración (v.9-12)
3. Regalo versus soborno (v.13-21)
Construyendo
una relación más profunda con Dios (Génesis 32: 22-32)
1. Individualmente (v.22-23)
2.Incesantemente (v.24-28)
3. Íntimamente (v.29-32)
[1] Exposition
of Genesis, pg. 427 – H. C. Leoupold (Christian Classics Ethereal
Library – Grand Rapids, MI – EUA – 1942)
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