martes, 10 de septiembre de 2019

Números 15



Capítulo 15: Dedicación y obediencia

1. Dios proporcionó al pueblo instrucciones precisas sobre la correcta manera de ofrecer sacrificios. Estas directrices aplicaban tanto a los israelitas como a los extranjeros que vivían entre ellos. No es suficiente simplemente presentar sacrificios al Señor; debe hacerse de la manera prescrita. Es fundamental que las personas en nuestro entorno comprendan que servimos al Dios verdadero y no deben conformarse a las costumbres ajenas. Muchos creyentes se encuentran en la situación de "educar" a sus familiares no creyentes, destacando la importancia de la comunión con los hermanos, lo cual puede limitar la disponibilidad en ciertos momentos clave. Es un testimonio significativo que familiares y amigos incrédulos hayan aprendido los horarios de las reuniones del pueblo de Dios y se adapten a nuestros compromisos, lo que refleja un impacto visible (v. 1-16).

No conocemos el lapso de tiempo exacto entre los capítulos 14 y 15, pero es interesante destacar el contraste entre las frases "ninguno de ellos verá la tierra" (14:23) y "cuando entres en la tierra" (15:2). Aunque los propósitos de Dios se vieron pospuestos debido al pecado, nunca fueron frustrados. El Señor había prometido entregar la tierra de Canaán a los descendientes de Abraham. Por lo tanto, incluso si una generación demostraba ser demasiado infiel para heredarla, Dios cumpliría Su promesa en favor de la siguiente generación. ".[1]

2. El creyente se consagra al Señor, dedicando sus bienes y su trabajo a Él. Cuando el pueblo peca, desobedeciendo los deseos de Dios, se hace necesaria la ofrenda por el pecado. En el caso de pecados deliberados, aquellos que desafían abiertamente al Señor eran excluidos de la comunidad. La purificación de la vida solo se logra mediante la sumisión a Su Palabra (v. 17-31).

3. Un incidente destacado tuvo lugar en relación con la obediencia al día de reposo, el sábado, que era un mandato específico dado por el Señor en los Mandamientos para el pueblo de Israel. En contraste con la Iglesia, que no tiene regulaciones estrictas sobre un día en particular y no impone una dieta específica. Ante la incertidumbre sobre cómo tratar el caso, arrestaron al hombre y esperaron la dirección del Señor. Aunque no tenemos respuestas para todo, contamos con los principios de la Palabra de Dios y el consejo de hermanos fieles. La decisión fue lapidar al transgresor, no porque Dios lo hubiera juzgado individualmente en ese momento, sino porque ya se había establecido en Su Ley. Aquellos que defienden la observancia estricta del sábado hoy podrían verse llevados a apedrear al "desobediente", pero afortunadamente esto no sucede. Esto demuestra que algunos no pueden sostener su punto de vista sin recurrir a algún tipo de conflicto. También se menciona la obligación de usar flecos en la ropa (v.32-41).


[1] Comentário Bíblico Popular Antigo Testamento, pg. 122 – William MacDonald (Editora Mundo Cristão – SP – 2ª ed. junho de 2011 – impresso na China)


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