Capítulo
7: La dedicación del tabernáculo
Al concluir la construcción del tabernáculo, el pueblo lo dedicó mediante ofrendas y sacrificios. Los príncipes, como líderes del pueblo, dieron ejemplo al iniciar las ofrendas, ofreciendo más debido a sus mayores posesiones. Todo fue registrado y detallado, totalizando una cantidad sorprendente para un pueblo en el desierto. En lugar de preocuparse por lo que vendría, la gente ofreció voluntariamente. Este principio debe aplicarse a nuestras vidas hoy en día. Dios nos ha bendecido y reside no solo con nosotros, sino dentro de nosotros a través del Espíritu Santo. No hay límite al ofrecerle toda nuestra existencia, fuerza, inteligencia, habilidad y recursos que Él mismo nos ha dado (v.1-89).
"El
propósito de esta sección de la narración es mostrar que así como la gente
había sido generosa en dar para la construcción del tabernáculo (Ex. 35: 4-29),
ahora mostraron la misma generosidad en su dedicación".[1]
No hay comentarios:
Publicar un comentario