jueves, 5 de septiembre de 2019

Valores Bíblicos. Constancia

Constancia.
Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es vano. 1 Corintios 15:58
Este mundo es vertiginoso. Todo debe ser rápido. Sencillo. Queremos carreras cortas. Aprender viendo YouTube. Hacerlo bien de primera. Si se complica, abandonamos. Y vamos en busca de un nuevo proyecto que dejar inconcluso. La constancia es una virtud que suele ser poco cultivada. Álbumes incompletos, libros pendientes y cintas caminadoras devenidas en percheros dan fe de ello.
La constancia es la determinación continuada e inquebrantable de cumplir la decisión tomada. Se sobrepone al cansancio, el aburrimiento, el esnobismo y la necesidad de satisfacción inmediata. No depende del entusiasmo, el clima o mejores opciones de programa. Sin constancia no se puede estudiar una profesión, ejecutar un instrumento, mejorar habilidades en un deporte o conseguir una figura acorde a los estándares de belleza socialmente admitidos.
Todo lo que vale la pena requiere constancia. La vida cristiana no es la excepción. Se compara con la lealtad del soldado, la disciplina del atleta y la tarea del labrador. Porque sin constancia no hay aprobación, cosecha, ni recompensa.
La Biblia propone que no seamos indolentes ni fluctuantes, sino perseverantes, gente capaz de mantenerse firme para no retroceder, y constante, para avanzar en cualquier circunstancia, porque por encima de todo hemos puesto la meta de ser como él.
Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Filipenses 3: 14

Por Pablo D. López

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