Valores Bíblicos. Libertad

Libertad

Si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres. Juan 8:36

¡Orientales, la patria o la tumba! ¡Libertad, o con gloria morir! Desde pequeños se nos enseña el valor supremo de la libertad, que obtener y defender el derecho a la autodeterminación vale la pena, aun a costa de la propia vida. Lo que no enseñan es que hay cosas que esclavizan más que un poder extranjero. Muchos dicen ser libres, pero están sometidos a cosas que controlan y condicionan sus decisiones: adicciones, deudas, emociones, culpas, etc.

A esos yugos espirituales se refería Jesús cuando ofrecía libertad, porque “todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado” y “el que practica el pecado pertenece al diablo… pero el Hijo de Dios vino a destruir las obras del diablo”. Jesús se encarnó para “librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre”

Jesús no solamente vino a morir por nuestros pecados. Vino para darnos libertad en todas las áreas de nuestra vida. Pero esa libertad no puede ser pretexto para hacer lo malo, ni excusa para la falta de consideración hacia los demás.

La Biblia propone que ley de libertad se subordine a la ley de “rango constitucional” del amor, la disposición voluntaria de buscar la edificación del otro y la gloria de Dios.

Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna. 1 Corintios 6:12

Por Pablo D. López